Libros de regalo: “Una bici carrito” invita a intercambiar títulos en una plaza porteña

Todos los fines de semana de 17.00 a 20.00 en la porteña Plaza Zapiola, ubicada en Donado y Echeverría, una lectora apasionada regala textos donados para que sigan circulando.

Mientras la pandemia obliga a buscar refugio al aire libre, las plazas se instalan como territorio para actividades culturales y en ese abanico surgen iniciativas originales, como la bici-librería “Pedaleo”, un proyecto que promueve el intercambio y el regalo de libros en una plaza del barrio porteño de Villa Urquiza y que busca fomentar el interés por la lectura generando otros puntos de encuentros con los libros.

En la bici-carrito se exhibe un cartel sugerente: “Libros gratis”. Allí varios libros que fueron donados esperan nuevos lectores y lectoras. Esperan ser regalados, volver a ser leídos. “Con Pedaleo buscamos generar encuentros con los libros, encuentros con las historias, encuentros con personas y lugares nuevos”, define en diálogo con Télam la artífice de la iniciativa.

Detrás de Pedaleo está Cindy Rozental, una joven lectora, a quien siempre le gustó leer pero cuyo hábito se potenció con la pandemia. “El año pasado tuve una reconexión muy fuerte con la lectura durante todos los meses que estuvimos en casa sin salir y ese fue uno de los principales disparadores que dieron lugar a Pedaleo”, confía la creadora de la iniciativa, que para llevar adelante el proyecto contó con la ayuda de su novio Diego y su amiga Melanie.

“La idea surgió a partir del pensamiento de que hoy en día las personas que entran a una librería son personas que ya tienen el hábito de leer adquirido y que para lograr que otras personas lo adquieran también, una buena forma podía ser acercar los libros a la gente. Y aprovechando que en esta época la plaza se convirtió en ‘el lugar de encuentro’ elegido por la mayoría, decidimos armar una bici-carrito, llenarla de libros y probar acercarnos a la plaza a ver qué sucedía”, cuenta.

“En un par de semanas conseguimos la bicicleta -explica- y con ayuda de mi cuñado armamos los estantes para los libros, pusimos en Instagram que buscábamos donaciones de libros y en dos días teníamos el living de casa lleno de cajas. Ahí nos dimos cuenta que hay muchos libros que la gente ya no lee más y que si generamos el espacio es posible hacerlos circular para que otras personas puedan leerlos”.

Por ese motivo Pedaleo no vende libros, los regala. “Cualquiera puede pasar y llevarse uno o varios libros y cualquiera puede acercar los que ya no lee más. La idea es que se genere el intercambio, sin embargo, no es condición necesaria dejar un libro para llevarse otro”, aclara Rozental y cuenta que a partir de la difusión que tuvieron en redes el proyecto empezó a crecer y cada vez es más la gente que se acerca a la plaza con libros para intercambiar.

“La respuesta que tuvimos fue muy linda desde el primer momento, las personas están muy agradecidas de poder contar con ese espacio y de tener la oportunidad de acceder a libros que de otra forma no podrían acceder. Hay muchos que todavía se sorprenden cuando les decimos que pueden llevarse los libros sin dejar/pagar nada a cambio y tardan un rato en comprender que son 100 por ciento de regalo”, cuenta.

Pedaleo lleva cinco ediciones en la Plaza Zapiola de Villa Urquiza y espera “en un futuro tener más bicicletas para hacer crecer el proyecto” y empezar a recorrer otras plazas y barrios. Por lo pronto, el próximo sábado tendrá una nueva edición y todas las novedades se pueden seguir través de su Instagram @pedaleo_libros.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.