Pasaron 4298 días desde que Racing jugó por última vez un partido de Copa Libertadores hasta este martes, cuando volvió al torneo más importante de Sudamérica. Y ese regreso no podría haber sido mejor. El equipo de Diego Cocca se trajo de Venezuela una goleada por 5-0 ante el Deportivo Táchira con un concierto de Gustavo Bou, autor de tres goles. La Academia comenzó muy derecho en el Grupo 8.

Poco influyó en el partido la odisea que vivió el plantel académico para poder llegar a San Cristóbal. Dos vuelos postergados inquietaron a Cocca y a los jugadores por el poco tiempo para trabajar en Venezuela. Pero en la cancha, Racing no necesitó demasiado de preparación previa. Le alcanzó con que Bou y Diego Milito recordaran lo bien que se entienden en la cancha para vapulear a un débil rival.

Racing salió a jugar como en los últimos partidos del torneo local en el que se consagró campeón el año pasado: paciente, sin replegarse y presionando en la mitad de la cancha. Y cuando vio que el equipo local era endeble en sus dos primeras líneas, pisó el acelerador.

A los 20 minutos llegó el primer gol del partido. Bou, un ratito después de estrellar un remate en el palo, tiró un buscapié desde la izquierda, en un tiro libre que le habían cometido a él. Luciano Lollo, anticipándose a la defensa local, ensayó un taco que desvió la pelota entre las piernas del arquero Liebeskind y marcó el 1-0.

A partir de ese gol, a Racing se le abrieron los caminos y manteniendo la serenidad, pero con la contundencia que caracteriza a la dupla de ataque, hizo lo que quiso. A los 39, Milito y Bou hicieron una doble pared en la puerta del área y el goleador sacó un remate cruzado que se convirtió en el segundo de la Academia y en el primero de los tres del entrerriano.

El Táchira, derrotado anímicamente desde el primer gol, no mostró reacción en el comienzo del complemento. Y Racing lo aprovechó. Primero, con Bou haciendo una de la suyas, esas que parecen impensadas: paró un largo pase de Sebastián Saja y de una le dio un bombazo que se metió en el ángulo derecho del arco venezolano. Un ratito después, el que ya tenía un doblete le devolvió la gentileza a Milito por la jugada del primer tiempo y lo habilitó para que el Principe definiera, con amague previo, al palo contrario al que ya se había jugado el arquero.

Cocca entendió que el partido estaba liquidado y se puso a pensar en Olimpo, el rival del próximo sábado, antes de terminar el choque con el Táchira. Sacó a Yonatan Cabral, también a un agotado Marcos Acuña (en su lugar ingresó el debutante Oscar Romero), que las corrió todas, y le dio descanso a Bou. Claro, lo hizo apenas unos minutos después que Milito lo volviera a asistir para convertir el 5-0 final.

Sobre el final, el árbitro chileno Julio Bascuñán le dio un penal al Táchira, que buscaría así tener un pequeño premio consuelo para las 40 mil personas que llenaron el estadio. Pero Rojas, que quiso fusilar a Saja, tiró su remate muy por encima del travesaño. Racing cerró así un regreso inmejorable a la Copa Libertadores. Mañana, volverá a Argentina con la tranquilidad de haber goleado y con el alivio de saber que lo de Rosario Central en el debut del torneo local fue apenas un accidente.