Libertador: Elabora pan casero para afrontar los gastos de estudio

Se la puede observar por las calles de Libertador San Martín y también por Crespo. Con su carrito detrás, repleto de mercadería, llamó la atención de muchos. Marina Rojas Delgado es la protagonista quien redobla esfuerzos para cumplir sus sueños.

Llegó de Perú hace años, hoy elabora productos de panificación para vender y de esa manera afrontar los costos que demandan efectuar la carrera que cursa en la Universidad Adventista del Plata (UAP).

Ante Canal 6 ERTV contó: “Hace bastante que estoy en Argentina, tuve el deseo de estudiar Comunicación Social y después nació en mi corazón la intención de cursar Administración de Empresas, carrera que pude terminar el año pasado. También me animé a estudiar Contador Público y estoy en el 4° año en la UAP”.

Posteriormente narró: “Soy colportora, iba casa por casa vendiendo libros de salud. Pero el 14 de marzo del 2020 se declaró la cuarentena y no pude trabajar por un mes y medio; entonces surgió la idea de hacer panificación. Me gustaba el rubro, pensaba en tener una panadería pero no sabía qué tan pronto iba a hacerlo ante esta crisis. Así como mi profesor me enseñó que desde una crisis hay una oportunidad, empecé a hacer pan, lo que al principio no salió bien y lo fuimos mejorando. Por suerte gustó y la gente empezó a comprar; el logotipo era ‘Quedate en Casa’ y nosotros lo llevábamos de casa en casa. Se trata de pan casero totalmente natural, sin conservantes, hecho por nosotros, con la ayuda de Dios. De esa forma pudo crecer el emprendimiento, incluso salí a vender en Crespo también”.

Luego agregó: “El primer objetivo es seguir estudiando y terminar la carrera. No tengo los recursos de mis padres, no me pueden solventar y por medio de la venta del pan, pago mis gastos de estudiante. He podido alcanzar objetivos este año y ahora con la panificación quiero poder terminar mi carrera de Contadora Pública”.

Consultada sobre la elaboración del pan, especificó: “Por el momento me arreglo sola. Es sacrificado porque lo hago de madrugada, por ejemplo comienzo a las 4.00 y termino a las 10.00 con su envoltorio, encajonado y demás. Listo para ofrecerlo. Todo es artesanal, tengo un horno industrial, moldes y mis manos. Por eso digo que Dios me bendiga las manos porque hay un momento del mezclado que lo tengo que amasar bien para que el pan salga rico y agradable para el público. Hay técnicas y voy especializándome con esto, mejorando paso a paso”.

“El primer objetivo es vender sano, hago el pan casero con mix de semillas. Para Navidad elaboré pan dulce con frutas o chips, y hace poco hice pan casero de girasol con un pintado que le gustó mucho a la gente”, acotó.

Una historia en la que el sacrificio está al orden del día para alcanzar los objetivos. “Yo tenía un profesor de Finanzas Públicas que nos enseñó a luchar por lo que queremos. El mensaje quedó en mí. Si esta pandemia se presentó, no hay que bajar los brazos. Detrás de una crisis hay una oportunidad. Recalco eso porque para mí fue una oportunidad de trabajo, no me quedé con los brazos atados. Sé que es más sacrificado que vender libros, pero si no hay una oportunidad de negocios siempre hay otra. Hay trabajo, sólo tenemos que planificarlo bien, ponerle fe y muchas ganas. Si alguien está estudiando y no tiene recursos, les digo que hay salidas, hay ideas para generarlo”, finalizó.

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