Libertador: El COES, una herramienta fundamental ante el Covid-19

El secretario de Gobierno de Libertador San Martín, Sebastián Rodríguez, dialogó con El Observador sobre el funcionamiento del COES (Comité de Organización de Emergencia Sanitaria). El órgano posee enorme importancia desde su nacimiento mismo para afrontar la pandemia por el Covid-19.

Sobre el surgimiento, el funcionario recordó: “El COES se estructuró el 20 de marzo como un órgano consultivo y de apoyo, con el inicio de la pandemia donde hubo mucha incertidumbre y números que se manejaban en todo el mundo que eran angustiantes. Fue compuesto por un grupo de personas del sector médico, educativo, de fuerzas públicas, bomberos, asesores privados en el ámbito legal y de emergencia. El objetivo inicial fue analizar la información disponible y estructurar mejor la ayuda en la comunidad. De ahí salieron tres líneas de acción: dos desde el COES hacia fuera y otra desde el COES hacia adentro referida al aspecto administrativo propio del funcionamiento del órgano”.

COMUNITARIA: Posteriormente profundizó en cada línea externa: “Una es de estrategia comunitaria donde a su vez tenemos tres líneas de acción. Por un lado, nos abocamos a la contención psicológica, emocional y espiritual; un segundo aspecto fue la atención de necesidades básicas a los sectores de riesgo más vulnerables y en tercer lugar tenemos una línea de acción para ayudar a que se haga efectivo el aislamiento y cuarentena sobre todo de quienes provienen de áreas de circulación viral comunitaria. Dentro de la contención psicológica nucleamos un grupo voluntario de psicólogos que se ofrecían a hacer contención por video conferencias y lo siguen haciendo, a su vez realizamos mensajes de carácter espiritual mediante líderes religiosos de diversas denominaciones donde no solo abarcamos a la congregación mayoritaria local, que es la adventista. Se emiten mensajes de esperanza, tranquilizadores, ya desde una visión cristiana”.

SANITARIA: En otra línea se trabajó sobre la estrategia sanitaria donde “nos establecimos como objetivo principal, mantenernos en un determinado rango de contagios. Esto tiene que ver con lo que podemos hacer como comunidad para evitar que ese rango sea libre. La idea es mantener nuestro objetivo en un nivel bajo, de acuerdo a las estimaciones de la tasa de mortalidad que manejábamos en su momento”.

Recordó que en aquellos días se trabajó en primera instancia preparando una brigada de atención remota domiciliaria, y en concordancia con el Sanatorio Adventista del Plata (SAP) se redistribuyeron sus espacios y personal para tener accesos exclusivos para atención respiratoria y resto de patologías. “Ellos (el SAP) avanzaron de forma privada actuando de manera muy profesional, responsable y seria modificando sus accesos, su infraestructura e incorporando nuevos protocolos de atención y nosotros armamos una brigada de atención telefónica con voluntarios que atienden las 24 horas del día con un protocolo específico, que va haciendo un triage de determinadas preguntas y eso se deriva a los médicos para que, con esta información, se contacten telefónicamente y en función del análisis definan si ameritan hacer una visita domiciliaria o si debe ser buscada en vehículo”, sintetizó.

En un supuesto escenario de desborde “se trabajó preparando espacios en el caso que por algún motivo los grupos familiares no puedan llevar adelante un nivel adecuado de aislamiento poniendo en riesgo mayores contagios. Hablamos de casos específicos en los que el lugar del aislamiento pasa a ser más perjudicial en el domicilio, no en una internación. Cuando vemos que el aislamiento domiciliario es más riesgoso que el institucional, tenemos avanzada la estructura para que la persona permanezca los 14 días en un lugar adecuado”.