Líbaros: Aniversario de la “Escuela Nº 24 Onésimo Leguizamón”

Este mes se conmemora el 114º aniversario de la creación de la “Escuela Nº 24 Onésimo Leguizamón” de Líbaros (Dpto. Uruguay), la que a lo largo de estos años ha albergado a cientos de estudiantes en sus aulas y también a diferentes grupos de trabajo que fueron apuntalando su crecimiento, con el fin de brindar un servicio educativo a los habitantes de la comunidad, que comenzó con el Nivel Primario y en la actualidad cuenta también con el secundario.

En este sentido, la directora de la entidad Cecilia Eckert, quien hace 3 años ocupa este cargo, habló con El Observador y sobre el nuevo cumpleaños adelantó que realizarán una referencia general por este grato motivo. En cuanto al presente institucional dijo que “en matrícula, tenemos en el Nivel Inicial 12 alumnos y en el primario 36, cuyo número se viene manteniendo. Fuimos la primera escuela piloto de la Zona C, que implementó la jornada con una hora más de clases, donde los chicos, como también sus padres, se fueron adaptando y es un momento más que están contenidos en la escuela. Diariamente se brinda el almuerzo en el comedor, también una buena merienda que va variando, como chocolatada, cereales, se incluyen algunos productos que se amasan y vamos festejando los cumpleaños. Es una manera de que compartan diferentes actividades, aparte de la currícula que se brinda en las aulas diariamente. El ingreso es a las 13.00 y la salida a las 18.00, mientras que los alumnos del nivel inicial se retiran a las 16.00; contamos con un comprometido grupo de docentes, tanto en los distintos cursos, como los que se ocupan de las clases de arte, deporte y de tecnología; en tanto como directora también tengo a cargo tercero y cuarto grado”.

Sobre cómo los afectó la pandemia, Eckert destacó la valiosa tarea, tanto de los maestros como de las familias, para que los chicos pudieran ir adquiriendo los conocimientos a través de distintas herramientas, señalando que “más allá que en este pueblo no hubo muchos casos (de Covid-19), porque nos cuidamos y tratamos que el alumnado no perdiera contenidos con un trabajo personalizado, el año pasado fue más que nada para nivelar y recuperar lo que no se pudo durante la pandemia y recién en este 2022, podemos decir que nos pusimos al día con las diversas actividades y propuestas. Esto pasó en nuestra comunidad porque en otras ciudades la realidad de enseñanza-aprendizaje fue muy distinta a la nuestra”.

– ¿Siempre fue docente en escuelas rurales?

– Soy egresada de la Escuela Almafuerte (La Picada-Dpto. Paraná), tengo 22 años de servicio, estuve 12 años dando clases en una escuela de campo cerca de Gilbert, después hice una suplencia en Villaguay, pero la mayoría de mi vida educativa la brindé en la zona rural.

– ¿Cuál es el estado actual del edificio?

– Se hace el mantenimiento general de las instalaciones, contamos con la ayuda permanente del grupo de la Cooperadora, que por ejemplo se ocupó de los gastos del arreglo de los techos del comedor, mientras que en estos momentos se está trabajando en los sanitarios. Tenemos varios problemas edilicios, pero que están contemplados en importantes proyectos que fueron aprobados, así que las obras se concretarán. Hay que destacar el acompañamiento que tenemos de la Cooperadora, que este año la conforman familias de los 3 niveles y también de los habitantes de esta comunidad, que ante cualquier requerimiento o necesidad, siempre están para ayudarnos. Por eso el agradecimiento a cada uno de ellos que permanentemente están colaborando para que la escuela se pueda mantener, también para que los chicos y los docentes tengamos un lugar acorde y seguro para realizar las actividades.

HISTORIA

Los orígenes de esta institución se remontan a principios del Siglo XX, donde en 1908 comenzaron a dictarse las primeras clases, a unos 10 años posteriores a la fundación del pueblo, pero que ocurría en domicilios particulares, entre ellos, en el de Don Julián Herrera, quien luego donó 2 hectáreas de campo para la construcción del primer edificio escolar.

A lo largo de los años la entidad fue mejorando su infraestructura edilicia, mientras que en 1960 se inauguró su actual ubicación y fue en 1986 que se creó el Jardín de Infantes “Tortuguita”.

Se impone el nombre de “Onésimo Leguizamón”, por su relevante actuación en la sanción de la Ley Nº 1420 de “Educación Primaria Común, Obligatoria y Gratuita”; por sus aportes a las ciencias jurídicas, a la enseñanza, al periodismo y a la política e historia argentina.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.