Las papas fritas: Culpables de engordar

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard, en los Estados Unidos, señala que lo que comemos, y cuánto comemos, tiene mucho más impacto que el ejercicio físico y la mayoría de los otros hábitos con respecto al aumento de peso a largo plazo.

Ni los helados, ni las chucherías ni los refrescos engordan tanto como las papas fritas. En este sentido y en referencia a las papas, señala Xavier Pí-Sunyer, experto en obesidad del hospital St. Luke’s-Roosevelt de Nueva York, que “son sabrosas, diría que irresistibles y tienen una textura muy buena. Las personas no suelen comer una o dos. Se comen un paquete entero”.

Las papas son tubérculos comestibles que tienen un alto valor nutricional, pero cuando se cortan y se fríen en aceite aportan, además, unas 380 calorías cada 100 gramos y un alto contenido de grasas, por eso engordan.

En el estudio, los médicos analizaron los cambios en los hábitos de dieta y estilo de vida de 120.877 personas a través de tres estudios de aspectos médicos de larga duración. Todos eran profesionales de la salud y no eran obesos al comienzo. Su peso se midió cada 4 años durante dos décadas y ellos detallaron su dieta en cuestionarios. En promedio, los participantes aumentaron 8 kilos durante el período de 20 años.

Las papas fritas fueron el mayor culpable de esos aumentos de peso.

Cada dosis diaria de 28 gramos (unas 15 papas y 160 calorías) lleva a aumentar 0,77 kilo en un rango de tiempo definido: cuatro años. Eso es en comparación con golosinas y postres (otros enemigos públicos de la balanza), que añadieron 0,19 kilo.

El mensaje es el de siempre: comer más frutas, verduras, granos integrales y nueces, y reducir el consumo de papas, carnes rojas, dulces y refrescos.

 

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