La provincia trabaja en la prevención del cáncer de cuello de útero

saludLa estrategia de inmunización nacional permite para todas las niñas de 11 años la prevención del cáncer de cuello de útero, con la aplicación de dos dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). El objetivo del Ministerio de Salud de la provincia, a través del Programa Ampliado de Inmunizaciones, es que todas completen el esquema de vacunación. A partir de enero de 2017 todos los varones nacidos a partir de 2006 deberán recibir también un esquema con dos dosis de vacuna cuadrivalente separadas por un intervalo mínimo de 6 meses.

El calendario nacional obligatorio de vacunaciones es una herramienta de salud y prevención de enfermedades. En este sentido, la cartera sanitaria provincial trabaja desde el Programa Ampliado de Inmunizaciones que depende de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la provincia en asegurar la vacunación en todo el territorio entrerriano.

Hasta diciembre, el objetivo es que todas las niñas completen el esquema de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), una herramienta eficaz que permite inmunizar contra el cáncer de cuello de útero.

En la actualidad, el calendario nacional de vacunación contempla la aplicación de dos dosis a todas las niñas de 11 años: una primera dosis y, la segunda, a los seis meses de la primera. Quienes no completaron el esquema anterior de tres dosis, deberán acudir a un vacunatorio para aplicarse la última vacuna.

La directora del Programa Ampliado de Inmunizaciones, Albana Gavini, detalló que desde septiembre –y hasta diciembre– se lleva adelante una campaña para que las niñas que no completaron el esquema de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) sean inmunizadas. “La vacuna contra el VPH es de calendario. La vacunación se inició en 2011 con las niñas de la cohorte 2000. En principio aplicamos tres dosis de Cervarix, vacuna bivalente. Hoy suministramos dos dosis de Gardasil, cuadrivalente, separadas por seis meses entre una y otra”, explicó.

Gavini destacó que “el beneficio de la vacuna es disminuir la morbimortalidad por cáncer de cuello de útero en las niñas”. Se trata de un trabajo diario, en cada uno de los vacunatorios de la provincia y el beneficio se verá en unos años. “La vacuna es efectiva y, concretamente, el beneficio de la vacunación es mucho más amplio que el riesgo de padecer alguna reacción adversa”, agregó.

La importancia de esta estrategia sanitaria es clave teniendo en cuenta que “el cáncer de cuello de útero es la segunda causa de muerte por cáncer en el país”. La funcionaria aclaró que “no todas las cepas de VPH producen cáncer de cuello de útero, pero sí todos los cánceres de cuello de útero están precedidos por una infección por virus de papiloma humano”. Y graficó: “Todos los cánceres de cuello de útero, un 98 por ciento, tienen en su historial una infección por virus de papiloma humano”.

Argentina cuenta con 3 millones de niñas vacunadas.

La prevención del cáncer de cuello de útero es posible y cuenta con una herramienta de inmunización. En cada uno de los vacunatorios de la provincia “los vacunadores concientizan sobre la importancia de que las niñas sean vacunadas”.

Gavini explicó que la principal barrera para completar el esquema de vacunación es cuando las vacunas son multidosis. “El trabajo de los equipos de inmunización es concientizar a la gente que una sola dosis no hace efecto y la inmunidad es tal con todas las dosis aplicadas”, detalló.

A las niñas nacidas en 2000 y 2001, que no completaron el esquema de vacunación contra el VPH se les aplica la inmunización en tres dosis. La razón es que con el paso del tiempo, la inmunidad no es tal como a los 11 años. “Esta vacuna se puede aplicar desde los 9 años, la idea es que se aplique lo más pronto posible. El país adoptó como estrategia los 11 años, edad en la que también se aplica la triple bacteriana acelular”, refirió.

En 2017 la estrategia de inmunización se amplía a los varones

Con el propósito de optimizar las coberturas y disminuir la morbilidad y mortalidad por enfermedades asociadas al virus del papiloma humano, a partir de enero de 2017, se incorporarán a la vacunación contra el virus del papiloma humano a los varones nacidos en 2006.

La vacunación contra VPH en varones permitirá: diminuir la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello de útero mediante efecto indirecto; disminuir la carga de enfermedad asociada al VPH en varones, sus complicaciones y mortalidad mediante el efecto directo de la vacunación y contribuir con la equidad de género. Esto implica la reducción del riesgo de las enfermedades relacionadas y el acceso a los beneficios directos de la vacunación.

En este sentido, la población objetivo son las mujeres de 11 años nacidas a partir de 2000 y los varones de 11 años, nacidos en 2006.

Cabe destacar que la estrategia de vacunación también comprende a varones y mujeres de 11 a 26 años que vivan con VIH y quienes hayan sido trasplantados (órganos sólidos o células hematopoyéticas) con esquema de 3 dosis (0, 2 y 6 meses).

Inicio y proyección

La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) fue incorporada al Calendario Nacional de Vacunación en 2011, destinada a las niñas de 11 años nacidas a partir del 2000, con el propósito de disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer cérvico-uterino.

En 2014 se definió la transición de vacuna bivalente a cuadrivalente con el beneficio adicional de prevención de verrugas genitales.

En 2015, considerando la evidencia científica disponible con respecto a inmunogenicidad y eficacia del esquema de dos dosis, las coberturas nacionales, las recomendaciones internacionales y las nacionales, se simplificó el esquema a dos dosis con intervalo de 6 meses entre la primera y segunda dosis (0-6 meses).

La Organización Mundial de la Salud recomienda la inclusión de varones a las estrategias de vacunación contra VPH cuando las coberturas en mujeres son menores al 50 por ciento para alcanzar el objetivo de disminuir el cáncer cervical, esto otorga además un beneficio directo al disminuir la incidencia y mortalidad por enfermedades asociadas al VPH en varones.

Teniendo en cuenta que la vacunación en varones genera reducción de la transmisión del virus, protección por efecto indirecto, la ampliación de la estrategia de vacunación incluyendo a este grupo contribuiría a la disminución del cáncer de cuello de útero y a la prevención de las enfermedades asociadas al VPH en ambos géneros.

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