La primera Navidad del Papa “revolucionario”

PapaLos analistas ya se preguntan qué preparará Francisco para estas fiestas. ¿Una escapada nocturna para ir a abrazar a los sin techo? ¿Una declaración impactante? Todo puede esperarse de este papa que, de hecho, ya marcó el tono que quiere dar a la Navidad al pedir en el Ángelus de este domingo a los dirigentes del mundo que hagan todo lo posible para que “a ninguna familia le falte un techo”.

 

El padre Henri Madelin fue provincial de los jesuitas en Francia y actualmente enseña Teología en el Centro Sèvres, en París. Es coautor de la primera biografía que se publica en su país sobre el papa (Ansi fait-il, con Caroline Pigozzi). “El papa Francisco está eclipsando todas las figuras mediáticas internacionales, dijo Madelin en un entrevista reciente. Su popularidad puede medirse en el hecho de que no se habla de él sólo en las páginas de religión”.

 

“Los cardenales han elegido al más anticlerical de todos ellos, pero sin duda es también el más cristiano”, dice también sobre la elección de Jorge Bergoglio como papa. Y asegura que la reforma de la Curia tendrá lugar sí o sí: “Es una reforma dura, necesaria, que tomará tiempo, es necesario que el Papa tenga salud para aguantar. Pero se hará, hay legitimidad para hacerlo. El Papa ha escuchado a una mayoría de cardenales, sobre todo de Norteamérica, decir que había que cambiar todo eso”, afirma, en relación con lo discutido por los cardenales en los días previos al cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI.

 

“En el G8 de Francisco –agrega en referencia al Consejo de Cardenales que creó Francisco para que lo asesoren– hay verdaderos aliados, como el arzobispo de Honduras (Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga), el de Bombay (Oswald Gracias), el de Washington (Sean Patrick O’Malley), que quieren devolver poder a las conferencias episcopales. Y hay un solo italiano. Eso demuestra que el Papa quiere limpiar la curia de la influencia italiana (…). El primer episcopado para el cual tuvo un discurso duro fue el italiano: dijo claramente que estaba harto de esos religiosos que circulan en autos de lujo con vidrios polarizados, que no hacen su trabajo pastoral”.

 

El sábado pasado, Francisco volvió a tener palabras algo ásperas para los miembros de las jerarquías vaticanas: “La estructura de la curia crece como una pesada aduana burocrática de inspección e inquisición, que no permite la acción del Espíritu Santo y el crecimiento del pueblo de Dios”.

 

Madelin se refiere también a algunas críticas que empiezan a surgir: “Algunos le reprochan el rebajar la función de papa, de maltratarla incluso. No ‘hace de papa’ todo el tiempo. La noche de su elección, se presentó como Obispo de Roma, así se pone al mismo nivel que los otros obispos, primus inter pares; eso choca a los que están atados a la función pontificia. No quiere hacer de papa soberano absoluto. (…) También es crítico del exceso de liturgia pomposa que parece de corte real. (…) Como buen jesuita, dice que la liturgia no debe ser un fin en sí misma”.

 

En cuanto hasta dónde cree que llegará Francisco con sus reformas, el padre Madelin arriesga algunos pronósticos: “No autorizará nunca el casamiento de los sacerdotes, pero sí a gente casada a ordenarse, en esto es un papa revolucionario. Avanzará sobre el tema de los divorciados vueltos a casar, porque son problemas de conciencia, en cambio no se pronunciará a favor del matrimonio gay aunque no haga de eso un caballito de batalla. Se calla sobre eso, para mí es una buena cura de silencio. No focaliza en permanencia en las cuestiones de moral, aborto, preservativo”.