La Marcha Federal llegó a Plaza de Mayo

El primer orador del acto central de la movilización “Contra el ajuste, por pan y trabajo”, el dirigente Daniel Menéndez reclamó la convocatoria a un paro nacional activo y sostuvo que los movimientos sociales están dispuestos a “poner el pecho para defender la paz”. El titular del gremio de Canillitas y ex diputado nacional Omar Plaini, poco antes, exhortó a la oposición a “transformar esta protesta en un movimiento alternativo”.

Organizaciones sociales, gremiales y políticas comenzaron a concentrarse esta mañana en distintos puntos del centro porteño y el Conurbano, para sumarse al mediodía a la Marcha Federal de los Movimientos Sociales que culminó en Plaza de Mayo después de haber recorrido todo el país bajo la consigna “Contra el ajuste, por pan y trabajo”.

El veto presidencial de ayer sumó una nueva bandera al reclamo –contra el veto- y mudó la concentración final del Congreso a la Plaza de Mayo, para que el repudio al ajuste y a la política tarifaria de Cambiemos llegue de manera directa a la Casa Rosada.

“A lo largo de la historia estos ajustes terminan con hechos complicados, y nosotros queremos llamar al gobierno a la paz. El veto es una señal muy complicada porque rompe todos los puentes de diálogo. Un ajuste como el propuesto pone en riesgo la paz social”, sostuvo Daniel Menéndez, dirigente de Barrios de Pie, desde el acampe de su organización en Liniers.

Para Menéndez “sobran motivos para un paro nacional”. El dirigente espera que esta marcha federal “sea una oportunidad para que haya un paro activo con una señal muy nítida contra esta política económica”.

El secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, por su parte, en nombre de las dos CTA, reclamó a la alianza gobernante que “deje de atacar a la escuela pública”. Ratificó, además, el llamado a un paro general el próximo 8 de junio “en rechazo al ajuste y al Fondo Monetario Internacional”, y recordó que “el movimiento trabajador somos todos, los trabajadores registrados, los no registrados y los trabajadores de las economías populares”. Por último, advirtió que “no importan las difamciones” y aclaró que “preferimos el desprecio del Presidente al de la clase trabajadora”.

Además de los movimientos sociales, el repudio al veto de Macri, al tarifazo y a las políticas de ajuste sumó más adhesiones a la convocatoria. Los docentes de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), por ejemplo, quienes a primera hora se movilizaron desde la villa 21 hasta los tribunales porteños para acompañar a la familia de un joven torturado por la Prefectura en 2016, y luego se sumaron a los manifestantes concentrados en la 9 de Julio y Avenida de Mayo.

El Partido Obrero y otras agrupaciones de izquierda convocaron como punto de concentración el Obelisco. Desde ahí, se sumarán a la columna de la Marcha Federal y también avanzarán hacia la Plaza de Mayo. “El veto presidencial no sólo es la vía libre para los últimos aumentos del gas y la luz, después de dos años con tarifazos del 1.000 al 1.500 por ciento. Es también la garantía de que las tarifas seguirán dolarizadas”, remarcaron desde el PO, que adjudicaron el ajuste al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (Página 12).

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