La historia de vida de Dominga Ayala, la “Madre Costera”

Natividad Dominga Ayala Vda. de Almada tiene 89 años. Hace 5 que vive en Crespo y cuenta con una historia de vida muy particular, que se inició en la década del 30 del siglo pasado, cuando nació en Colón. Siendo muy chica, con sus padres y hermanos, en busca de un nuevo destino donde radicarse, emprendieron una gran travesía, navegando en una canoa durante más de 2 meses, desde allí hasta Paraná, pasando por C. del Uruguay, Gualeguaychú, el Delta y otras ciudades. Finalmente se afincaron en “Puerto Sánchez”, en la capital entrerriana, donde Dominga posteriormente, conformó su familia. Su trabajo, tenacidad, solidaridad, amor y esforzada vida, inspiró al reconocido autor, compositor y músico paceño, Linares Cardozo, para crear uno de sus grandes éxitos: “Canción de Cuna Costera”. Qué entrerriano no ha entonado en alguna escuela, peña o encuentro, “Gurisito costero, duérmase”, un verdadero “himno”, que tiene más de 50 años y para el cual, la musa inspiradora fue “Doña Dominga”.

En diálogo con los medios del “Centro Periodístico de Entre Ríos”, Almada contó: “El pasado 8 de octubre cumplí 89 años. Viví más de 80 de esos años en zonas costeras, un poco en el río Uruguay y mucho tiempo en Paraná. Tuve 3 hijos biológicos y varios “hijos del corazón”, a los que hemos criado con mi esposo, con quien nos hemos complementado muy bien. Me llevaba 12 años, pero como 2 ‘almas gemelas’, salimos siempre adelante. No sabía leer, ni escribir, igual que yo, que recién aprobé la educación primaria en 1991, con un programa de alfabetización para adultos. Todo era sacrificio, esfuerzo y a pesar de que no sabíamos leer y escribir, siempre pregonamos que nuestros hijos recibieran educación y lo logramos”.

– ¿Cómo llega a Crespo, después de vivir tanto tiempo en la costa?

– Uno de mis hijos, hace más de 30 años que vive en Crespo; se casó con una chica de acá y siempre me decía que me venga a vivir con ellos. Quedé viuda hace más de 30 años… y como empecé a tener algunos problemitas de salud, por recomendación médica, tomé la decisión de radicarme en Crespo. Al principio me costó adaptarme; extrañaba la costa, donde viví tantos años. Pero siempre trato de estar ocupada; a los 80 años me inscribí en un curso y aprendí a trabajar el barro con cerámica…

– Tuvo y tiene muchos amigos poetas y músicos, como Linares Cardozo, Miguel ‘Zurdo’ Martínez…

– Sí, también Roberto Romani, “Los Hermanos Cuestas” y otros artistas, con quienes tengo fotografías que las guardo con mucho cariño. Tengo el honor de haber sido distinguida con algunos reconocimientos: en La Paz fui nombrada “Visitante Distinguida”, también en el Congreso de la Nación. Este año, por el “Día Internacional de la Mujer”, de parte del intendente de Crespo, Darío Schneider, recibí una distinción. Tuve la visita en mi casa, de un programa de la TV Pública, para que se conociera la forma de vivir de los costeros. Con mi esposo, vivíamos sólo de la pesca y si en la zona donde estábamos, la pesca mermaba, no esperábamos y nos íbamos a Curtiembre, Pueblo Brugo…

– ¿Cómo fue convivir tanto tiempo con el temor a las inundaciones, en ríos tan impredecibles como los que rodean a la provincia?

– En Colón vivíamos en una isla y estábamos siempre latentes a las crecidas; en Paraná lo mismo: antes, las casas estaban a nivel del río, pero después se hicieron terraplenes y viviendas sobre pilotes de quebracho colorado. Eso fue en 1995, lo que nos solucionó en gran parte, los problemas de las inundaciones…  

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.