La Federación Económica de Entre Ríos pide que se regulen las “ferias americanas”

Los centros comerciales de toda la provincia se reunieron en Colón y el tema central fue el debate de una iniciativa legislativa que busca ordenar la competencia desleal de las ferias americanas, negocios de garaje o ventas de bolseros.

 

 

En la apertura de la asamblea de comisión directiva de la Federación Económica de Entre Ríos, en el hotel Quirinale de Colón, el secretario de la entidad, Mario Grinman, expresó que “para los comercios de las ciudades entrerrianas este tipo de competencia desleal viene creciendo y parece que recibe apoyo de muchos lugares públicos y privados, incluso de algunos comerciantes colegas que van a comprar y mezclan esa mercadería en los estantes como una forma de competir: es un flagelo”.

Esta reunión sirvió como presentación para uno de los temas del día: la puesta en común entre todos los centros comerciales del proyecto de ley –que esperan presentar en agosto en la Legislatura provincial– y que busca regular lo que actualmente se conoce como “saladitas”, en relación al monstruoso centro de ventas enclavado en el Gran Buenos Aires denominado La Salada y que se ha convertido en uno de los templos de la venta informal de ropa al que llegan miles de personas y que ha incorporado, incluso, un sitio web donde realizan e-commerce.

Es que también en Entre Ríos están proliferando lo que se conoce como ferias americanas, ventas de garaje o vendedores que con sus bolsos recorren las oficinas públicas, especialmente, vendiendo mercaderías que no pagan impuestos y generan un canal alternativo por donde circulan todo tipo de productos que ya constituyen el 30% de la venta comercial, y que podría llegar a los 35 millones de pesos por mes, según la Feder. El encuentro se realizó en el marco propuestas para mujeres emprendedoras y una capacitación para jóvenes empresarios que congregó a unas 250 personas.

El proyecto en cuestión quedó plasmado en una carpeta que fue puesta a consideración en cada centro comercial y se esperará finalizar el mes para intentar “con fuerza y velocidad” para “combatir donde ya se sufre y anticiparnos donde aún no se ha desarrollado” este tipo de actividad que está más que extendida.

“Tenemos que tener una ley nacional que regule esta actividad irregular porque hace tres años o más que se advierte en todo el país. Pretendemos un ordenamiento porque ya no se trata sólo de ropa que se compra en La Salada y se vende ventajosamente en una competencia desleal palpable, sino que ya hablamos de calzados, alimentos y alojamientos en el sector turismo en forma paralela y hasta vehículos, porque vemos en los diarios todos los días personas que compran y venden autos en la puerta de su casa. En algunos municipios les cobran 25 pesos y los dejan actuar sin problemas y esto requiere una intervención urgente del Estado”, reseñó López, presidente de la entidad.

“No estamos en contra del trabajo de la gente sino de una perversión del mercado. Pedimos que se resuelva el problema laboral de esta gente que tiene todo su derecho pero no a costa de los comercios. No queremos prohibir, sino que pedimos igualdad en el trato desde lo fiscal y pedimos regulación. La dirigencia política argumenta que es un tema social que los sobrepasa, pero entonces si es un tema social que se lo aborde con herramientas sociales, no con una herramienta grosera que afecta a casi 45 mil comercios que existen y generan empleo en Entre Ríos”, sentenció López.

Durante el encuentro se hicieron visibles algunos ejemplos que se han convertido en una postal cotidiana de la Administración Pública y que se internalizan en el imaginario social con la naturalidad de lo que nace de la necesidad y discurre por los canales de la irregularidad. “Se da la grosería de que en el CGE el personal está autorizado, por turnos, a ser visitado por vendedores, y en el IAPV existe un salón donde el vendedor ambulante se instala. Pero también sabemos de una municipalidad que pone la trafic del Estado para que la gente viaje a La Salada para comprar ropa y vender en la ciudad”, subraya López, quien también hace una autocrítica. “Esto se extiende también a la parte privada, porque son las agencias de turismo las que organizan estos tours y existen comerciantes que compran estas mercaderías y las mezclan entre las mercaderías para poder competir”, reseña.

Con este espíritu se desarrolló la actividad en la mañana del sábado y las autoridades de la Feder, inserta en la CAME y la CAC, dieron a entender que “durante este año” van a salir a pelear por esta ley porque ya se ha comenzado a trabajar en varias provincias, con la certeza que en la provincia de Buenos Aires una ley similar se sancionará en un par de meses “lo que hará más fácil lograr una ley de regulación del comercio ilegal”, advirtió Grinman, en declaraciones que publica El Diario.

Los comerciantes entrerrianos se sienten optimistas y fuertes y consideran imprescindible que los legisladores avancen en este sentido. Sin embargo, saben también que quizá la verdadera quimera resida en conseguir un legislador que presente la iniciativa en agosto y, que haya otros que la impulsen. Es que nadie desconoce que el calendario marca por estos días un tiempo electoral, y los astros se muestran desalineados para que alguien haga ruido. Los comerciantes más beligerantes saben esto, y proponen una acción que no parece tener todavía consenso pero que hizo un ruido de tsunami en la costa del río Uruguay: rebelión fiscal.

 

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