La ciencia predice cómo y cuándo será el verdadero fin de la Tierra

Para la ciencia, el planeta tendrá sin dudas un final catastrófico. El verdadero final llegaría cuando el Sol se apague. Pero falta muchísimo, a pesar del mito que se creó alrededor de de la jornada de hoy, 21 de diciembre de 2012.

 

 

La península de Yucatán, en el sureste mexicano, hace meses que no promociona sus cristalinas playas, sino la enigmática fecha de hoy: 21 de diciembre de 2012, 21-12-12 , día que marca el final de uno de los ciclos del calendario maya. Y que dio pie al mito apocalíptico que disparó un boom turístico en la región. En el resto del mundo, la fiebre propició ritos espirituales, negocios varios y hasta reacciones de pánico. En varias ciudades chinas, por ejemplo, se agotaran las velas: temen que hoy el mundo quede de golpe sumido en una profunda oscuridad.

“El mito que se creó alrededor del 21D, falso fin del mundo, sólo se puede comprender en el marco de nuestra propia concepción apocalíptica occidental, de nuestros temores y supersticiones, así como de ideologías eclécticas postmodernas con intereses de lucro comercial”, reflexiona Eduardo Matos, prestigioso arqueólogo mexicano.

Matos no es el único científico que se pregunta por qué hay tanto revuelo por un dato falso. “La ciencia avanzó mucho en dilucidar diversos aspectos del surgimiento del Universo, de la vida, de la muerte y otros ‘misterios’, pero siempre permanecen creencias sin sustento que las religiones, por lo general, mantienen”, agregó.

Tanto avanzó la ciencia que ya se sabe cuáles serían los factores desencadenantes del verdadero fin del mundo. Hay varios escenarios posibles: la muerte del Sol, el choque letal con un agujero negro, meteorito o cometa o la explosión de una supernova cercana.

“El fin de la Tierra –comenta el director del Observatorio Capodimonte del Instituto Nacional de Astrofísica italiano, Massimo Della Valle– será inevitable. Basta pensar en la muerte del Sol prevista para dentro de unos 5.000 millones de años”.

Si todavía existe, el género humano solamente podría salvarse migrando masivamente hacia otro sistema planetario. “No es inverosímil pensarlo –agregó–, habrán pasado 5.000 millones de años y habrá progresos de la tecnología”.

Otra amenaza para la vida en la Tierra, siguió Della Valle, podría ser e l impacto con un gran cometa o un gran asteroide, salvo que “haya un medio para destruir el cuerpo celeste antes del impacto, o desviar su trayectoria”. También la explosión de una supernova cercana podría destruir la vida en nuestro planeta “debido a las fuertes radiaciones que emitiría”.

En todo caso, sin dudas, el fin del mundo llegará con el fin del Universo. Que podría llegar a su término de dos maneras: con un colapso –llamado Big Crunch, en el cual todos los cuerpos celestes se acercarán hasta formar un único punto de donde podría nacer un nuevo Big Bang– o bien con el llamado Big Rip, en el cual toda la materia del Universo se expandirá hasta el infinito, haciendo imposible la vida, consignó Clarín.

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