L. González: Reflexiones del Padre Juan Diego Escobar en vísperas de Semana Santa

1456-LUCAS GONZÃ-LEZ.Padre Juan DiegoEn diálogo con El Observador, el Padre Juan Diego Escobar Gaviria,de la Parroquia San Lucas Evangelista de Lucas González, destacó la importancia del contacto directo con la ciudadanía y en este sentido valoró la figura del Papa Francisco. También se refirió a los flagelos que afectan a la sociedad y llamó a “tener mayor compromiso con el otro”. Además, reconoció problemas edilicios en la Parroquia, para lo cual solicitó ayuda gubernamental, entre otros temas.

En vísperas de Semana Santa y en relación a la labor que se realiza desde la institución, el Padre Escobar comentó: “Hemos comenzado el año con diferentes actividades en la parroquia. En marzo iniciamos las misas en las capillas que tenemos en la zona rural, con una celebración por domingo en cada lugar.

Ahora, en este tiempo tan importante  para los cristianos estamos preparándonos, porque tenemos la costumbre de salir a diferentes barrios, donde celebramos misas. Nosotros invitamos a ver cómo estamos con Dios y si actuamos de buena forma. En ese sentido, hacemos un retiro espiritual y confesiones para las personas que quieran pasar en gracia para con el Señor”.

– Es importante el contacto directo con la ciudadanía que se hace desde la Iglesia…

– Es una de las obras que pide el Papa Francisco. Eso debería ser siempre así, porque la Iglesia tiene que ser misionera. Uno no solamente debe venir a misa, sino que lo aprendido debe ser anunciado afuera. En mi caso, en los 10 años que estoy en Lucas González solemos salir a los barrios en diferentes épocas del año, ya es parte de nuestra forma de actuar. Hacemos celebraciones litúrgicas con bendiciones por los enfermos y afligidos, también durante noviembre, por el mes de los difuntos programamos diferentes actividades en cada lugar para la gente que no puede llegar hasta la iglesia.

– En diferentes ámbitos se habla que el Papa Francisco produjo un importante cambio en la Iglesia Católica. ¿Cuál es su impresión?

– En primer lugar fue una gran sorpresa que nos dio Dios, saber que el Papa era Argentino. Después él se encargó de llevar ideas nuevas, esta teología del gesto, mediante la cual da a conocer la voluntad del Señor y a la vez es un mensaje para todos nosotros. Es necesario  salir hacia los demás, no encapsularnos en la Iglesia como a veces pretendemos hacer. Lo de salir no necesariamente implica ir a la calle, sino el hecho de estar como el Papa nos pide. Si alguien viene a solicitar ayuda, debemos brindarla en ese momento, sin desconocer que el Sacerdote también tiene otras actividades y tampoco debemos descuidar nuestro propio descanso, para ello es necesario dividir correctamente los tiempos.

 – ¿Hay alguna problemática social en particular que le preocupe?

– En primer lugar quiero aclarar que hay flagelos que se dan en el mundo entero, no solamente en Lucas González. Estamos sufriendo las adicciones, no únicamente al alcohol sino también a la droga. Además hay una cierta promiscuidad de los jóvenes, que si bien están en su normal desarrollo psíquico, no saben manejar la parte sexual, lo cual no llega a ser prostitución, aunque no descarto que pueda existir en algunos casos.

No obstante, si bien no somos ajenos a las mencionadas cuestiones, no debemos pensar que está todo el mundo perdido, porque a pesar de ello, tenemos una juventud maravillosa, hay quienes estudian, trabajan, ayudan al prójimo, entre otras actividades. Además de la Iglesia, hay instituciones que juegan un papel importante en la prevención y contención de los jóvenes, como lo es la Escuela Municipal de Deportes, el Club Atlético y los diferentes cursos y talleres que se desarrollan.

De nuestra parte rezamos, dialogamos con la gente y apoyamos todas las acciones que tiendan a revertir ciertas cuestiones, como esta señora de 91 años (Emma Moroncinique) que salió desde Tucumán hasta Luján, para pedirle a la Virgen que los jóvenes tomen un rol definitivo de sobriedad, de castidad, que vean cómo están dañando su propia vida.

– Hace un tiempo atrás se realizaron marcas con aceite entre la Parroquia y la Comisaría. ¿Está superado ese hecho?

Fue algo que existió, pero lo que no me gustó, fue que en algunos ámbitos se dijo que había una interna entre un Pastor y yo, cosa que no es así, porque no me entrometo en las creencias de nadie, siempre las respeto, pero pido que ellos tengan la misma actitud con nosotros. El propio comisario fue quien se dio cuenta de la situación y puso la denuncia ya que también se sintió afectado. De mi parte no quise hacer ningún tipo de acusación, porque lo veo desde el lado de Jesucristo, pienso ‘Señor perdónalos porque no saben lo que hacen’. Por eso, para mí está totalmente superado ese tema, pero espero que quienes lo hicieron reflexionen y no se vuelva a repetir.

– ¿Cómo se encuentran en la parte edilicia los diferentes templos?

– A veces la gente cree que el gobierno nos ayuda, pero ni la parroquia, ni las capillas reciben colaboración gubernamental. Uno no siempre obtiene respuesta cuando pide ayuda, pero sabemos que la parroquia necesita una refacción en el exterior y eso además de no poderlo hacer nosotros porque no tenemos los recursos, tampoco nos corresponde, porque el frente del inmueble es un Patrimonio Cultural Histórico por lo que las autoridades deberían estar al tanto del tema.

Muchas veces los problemas nuestros no se dan a conocer o a nosotros mismos no nos gusta hablar porque lo que digamos se puede relacionar con la política partidaria, pero es buena la pregunta porque la gente debe saber qué sucede. Nosotros hacemos la Fiesta Patronal, festejamos mi cumpleaños y otras celebraciones y actividades para recaudar fondos y tratar de hacer algunos mantenimientos, pero no alcanza porque son varios edificios. Siempre le digo a la gente que la casa de Dios merece cierto cuidado y generalmente quien vive en la parroquia es el cura, por eso conocemos perfectamente los problemas que hay en las instalaciones, somos seres humanos y además es una lástima dejar abandonar las construcciones porque un día nosotros nos vamos y el edificio queda.

– ¿Cómo es la respuesta de la ciudadanía hacia la Iglesia?

– Uno se esmera por el trabajo,  el pueblo,  la capilla y la gente a veces no ayuda tanto. Por ejemplo; necesitamos catequistas, más personas para la Acción Católica, pero se va perdiendo ese compromiso con Dios. También pedimos que se acerquen a las eucaristías, porque si nos aferramos a las manos de Jesús vamos a salir adelante.

– ¿Se percibe un cierto individualismo en la sociedad?

Creo que más que nada es falta de compromiso. También debemos reconocer que eso no sucede solo con la Iglesia, sino con otras instituciones, donde es difícil sostener una comisión. El individualismo lleva a que solo nos preocupemos por protegernos a nosotros mismos y a la familia en algunos casos, sin importar cómo está el otro. Siempre es importante pensar en la totalidad de la comunidad y está demás aclarar que nunca se debe generalizar porque siguen habiendo personas muy comprometidas.

– Hay quienes lo llaman ‘el Padre Sanador’ porque pertenece a la congregación de la Cruzada del Espíritu Santo que dirige el Padre Ignacio en Rosario…

– Este título o estigma que tenemos del ‘Padre Sanador’ no es bueno para nosotros.  Siempre explicamos que no es uno quien sana, sino que es Cristo. Por supuesto que a nosotros nos llena de alegría ayudar a alguien física o espiritualmente, pero somos un simple medio que transmite la voluntad de Dios.

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