Kasanzew: “Era una guerra nuestra, por una causa justa y me honra haber estado con los soldados”

El periodista argentino Nicolás Kasanzew, de 69 años, quien fue cronista en varios conflictos bélicos, pero es recordado por haber sido el único corresponsal en la guerra de Malvinas, visitó Sauce de Luna el pasado jueves 24 de agosto.

En su estadía, brindó diferentes charlas a las comunidades educativas de las escuelas Secundaria Nº 1 “Pancho Ramírez” y Nina Nº 39 “José. M. Estrada”, también ofreció una conferencia abierta para todo público, donde además presentó el libro “Malvinas a sangre y fuego”, en la que estuvieron presentes ex combatientes. Asimismo en el Palacio Municipal, Kasanzew, quien actualmente está radicado en la ciudad bonaerense de Ingeniero Maschwitz del Partido de Escobar, dialogó con El Observador sobre diferentes temáticas.

En este sentido comentó que “mis inicios fueron en la Revista Siete días, previamente publiqué notas de críticas literarias en La Nación y Clarín; en 1978 empecé a trabajar en la televisión, en el programa Video Show y en Mónica Presenta en Canal 7”. Después de su rol protagónico en el conflicto del Atlántico Sur, donde fue la cara visible de la guerra y comunicador de los hechos bélicos, en 1990, agobiado por las persecuciones y calumnias emigró a trabajar al exterior, “estuve en Telemundo, en la NBC, extrañando al país y hace 3 años cuando me jubilé regresé a Argentina, lugar de la que nunca hubiera querido irme”.

– ¿Cuál fue la vivencia en Malvinas?

– Es una vivencia grabada a fuego como todos los que estuvimos allí. Era una guerra nuestra, por una causa justa y me honra haber estado con los soldados, pero me costó un precio muy caro en mi profesión y en mi vida personal. La guerra de Malvinas con el tiempo va a tener la misma trascendencia que tiene el Cruce de los Andes. Fui testigo y protagonista de esa gesta.

– Después de su alejamiento de nuestro país ¿cómo transcurre su vida?

– Primeramente fui a trabajar a Miami, a la televisión hispanoparlante de Estados Unidos, luego de tres ofertas para emigrar, fue gratificante, pero siempre tenía el cuerpo allá y el alma acá. Fui con mi familia, a los cuatro años regresé a nuestro país, vi que no tenía cabida y regresé a Estados Unidos.

– ¿Su misión es contar lo acontecido durante la guerra?

– Sí, sobre todo una versión completa, porque se conoce una visión sesgada, hubo una convergencia perversa de dos ocultamientos, los militares trataron de acallar las miserias de la guerra, que las hubo, pero los gobiernos civiles taparon las grandezas que también las hubo. Son los ejemplos de nuestros héroes que lo dieron todo, son arquetipos, modelos a seguir porque sin entrenamiento se jugaron por la patria y los jóvenes de hoy deberían aprender de ellos para sacar a Argentina de esta decadencia en la que está sumergida. Hay una censura que se llama “desmalvinización”, donde se prohíbe hablar de los héroes porque no se quiere rehabilitar a ningún segmento de las Fuerzas Armadas, se coloca todo en la misma bolsa, hay representantes de estas fuerzas que no tuvieron nada que ver con los crímenes de lesa humanidad.

– ¿Frecuenta varias localidades en su gira difundiendo sus experiencias?

– Hace varios años que me invitan de los Centros de Veteranos, municipios, entidades universitarias y siempre que puedo acepto las invitaciones. Es mi deber, yo estuve en el lugar de los hechos, nadie me lo contó y tengo que dar la versión completa.

Un consejo para los argentinos no compren más “buzones”…nos sentimos los más “piolas” del mundo. Hay que dudar, chequear y reflexionar acerca de lo que nos dicen y muestran, no compren más ideas falaces, miren que hay “buzones” en todos lados…..