Irigoyen habló de las 6.000 casas para eliminar asentamientos y sacar familias de la precariedad

Irigoyen 6000 casasEstuvo en el “Centro Radial, Periodístico y Televisivo de Entre Ríos”, con sede en Crespo, el coordinador de la Unidad Ejecutora de Programas Especiales del gobierno provincial, Daniel Irigoyen (65 años, ex intendente de Gualeguaychú y ex senador provincial), quien enumeró los principales proyectos a desarrollar este año en el área que dirige y resaltó los logros obtenidos en el gobierno de Sergio Urribarri, como parte del proyecto nacional que encabeza Cristina Fernández de Kirchner. El funcionario también habló de su pasado como “preso político” de la dictadura (en la década del 70), de la precandidatura a presidente del primer mandatario entrerriano y de cuáles son las perspectivas del justicialismo, con miras a las elecciones de 2015.

– ¿Está conforme con las soluciones que se dieron en estos primeros 4 años de funcionamiento de la Unidad Ejecutora?

– Cuando el gobernador Sergio Urribarri me convocó, particularmente fue para dar soluciones al déficit de viviendas. Cuando estuve en la intendencia de Gualeguaychú, uno de los temas excluyentes fue ese, darles respuestas a los sectores sociales más postergados. En ese mismo sentido estamos trabajando ahora, llegando con mejoras habitacionales a las zonas rurales y para erraciar los asentamientos, que es una preocupación que tiene el gobernador y el ministro de Planeamiento, Juan García. Y para dar solución a eso, se firmó un convenio con el gobierno nacional para construir 6.000 viviendas en 3 años…

– ¿Cuántas casas se están construyendo ahora en la provincia a través de la Unidad Ejecutora?

– Estábamos haciendo a razón de 500 a 600 viviendas por año. Pero de tener en 2013 un presupuesto de $ 60.000.000 para hacer 600 unidades, pasamos a $ 640.000.000 para construir 2.700 casas. Estamos ejecutando 2.127 para familias que están en asentamientos en la provincia, que es la primera etapa de las 6.000 que forman parte del convenio mencionado, 220 son en sectores rurales y 400 por cooperativas en zonas urbanas… Desde el gobierno nacional y provincial hay ofertas de viviendas para todos los sectores sociales. Recuerdo que en mi primera intendencia, entre 1995 y 1999, estaba (Carlos) Menem como presidente e iba a preguntar por recursos para viviendas de interés social y me decían “nosotros estamos para hacer casas para la gente que tiene plata, que la puedan pagar”. Volvíamos sin recursos para eso, igualmente hicimos localmente 1.000 viviendas con un esfuerzo muy grande, por autoconstrucción y con ayuda mutua. En 2003, cuando me tocó ser intendente nuevamente, fui a la Nación, con Néstor Kirchner como presidente e hice la misma pregunta y enseguida me dijeron: “¿con 800 te alcanzan para empezar? Tenés 2 meses para organizar 50 cooperativas para hacerlas”. Fue un cambio muy grande, le dan otra importancia…

– ¿Está funcionando bien el sistema de cooperativas en la provincia?

– Sí, hoy estamos trabajando en 110 localidades de la provincia haciendo viviendas, con 115 cooperativas conformadas. Es cierto que les hace falta consolidarse, porque es una cosa nueva y se están afirmando. Las primeras cooperativas empezaron porque sus integrantes no tenían otro trabajo, hoy felizmente después de estas experiencias, la mayoría quiere seguir en las mismas y se le hizo carne estar en un proyecto de trabajo solidario. Hoy, una cooperativa de 4 personas, hace 6 viviendas cada 6 u 8 meses…

– ¿Les alcanza a ustedes para controlar la calidad de la construcción y que se invierta todo lo que se recibe?

– Somos 30 personas en la Unidad Ejecutora, con 18 inspectores trabajando en todo el territorio entrerriano. También colaboran los municipios, las Juntas de Gobierno, los consorcios rurales… En el campo es un poco más difícil, ya que entre una casa y la otra, quizás hay 10 km, pero igual se controla. Por decisión del gobernador, se llegó a lugares en los que nunca antes se hicieron estas inversiones, con casas muy bien terminadas, de 80 metros cuadrados, con galería… Se trata de evitar el asentamiento. Entonces se hace la casa con visión de futuro…

– ¿Hay 6.000 familias viviendo en asentamientos en la provincia?

– Sí, a los que esta gestión le está dando respuestas, para que tengan un lugar digno para vivir. Esas personas viven en forma precaria, en un rancho, en casas de nylon o cartón o en el medio del campo, en un silo-bolsa. La mayor cantidad se da en Concordia, Paraná, C. del Uruguay y Gualeguaychú.

– ¿Hay mucha gente de otras provincias en esos asentamientos?

– Esa versión que sale cada tanto, que la gente de los asentamientos viene de afuera o de la “Villa 31” (Buenos Aires) es totalmente falsa. Son parejas de jóvenes, a quienes las casas de los padres les han quedado chicas, que no contaron con la oportunidad que hemos tenido nosotros y que tuvieron que radicarse en esos lugares. Estoy convencido que merecen nuestra atención y prioridad. Mi vocación especial es equilibrar la balanza, a prestarles atención a los que han tenido menos y en la construcción de la casa, además tienen la oportunidad de obtener un trabajo, integrando una cooperativa. Si lo saben aprovechar y les va bien, pueden quedar incorporados al mercado labor y con un lugar para vivir.

– ¿Qué pasa si no paga la cuota de la vivienda?

– La cuota se estipula a las realidades locales de cada uno. Son planes a 50 años… Es brindarles oportunidad a quienes no la tuvieron en su vida…

– ¿Afectó el cimbronazo económico que se dio en las primeras semanas de este año?

– Parece que está todo mal, como lo presentan algunos medios, pero en la práctica no es así. En el tema de la construcción, en algunos casos se duplicaron los precios, pero luego bajaron… Igualmente, a nosotros no nos afectó, seguimos las construcciones, más allá de que en enero y febrero hay siempre un impasse normal, por los recesos de la administración pública.

– Aparte de esas 6.000: ¿tienen relevadas cuántas viviendas deberían construirse en la provincia para cumplir con el 100% de la demanda?

– Nosotros vamos detrás de la demanda, que hasta ahora es siempre mayor a lo que podemos ejecutar y no es por falta de recursos. Es cierto que en este tiempo, se han dado muchas más respuestas a lo que se venía dando… En mi juventud, junto con la política, hice militancia cristiana e inclusive un año estuve estudiando de sacerdote y mi pensamiento es que desde el Estado, hay que tener presencia en esas necesidades que tiene la comunidad.

– ¿Que opinión tiene de la posibilidad de contar con Sergio Urribarri como candidato a presidente?

– Creo que es una oportunidad no solo para los entrerrianos, sino también para los argentinos y me parece bueno que el gobernador ya lo haya explicitado…

– ¿Cómo cree que debería ser el candidato del justicialismo a suceder al gobernador?

– Lo que me interesa es que el candidato que quiera suceder a Urribarri continúe con este proyecto nacional y con las convicciones de contenido social que tiene el peronismo. No he encontrado movimiento que sea mejor o superador que el que integro… Me da la sensación que el gobernador da la posibilidad de que todo el mundo salga a explicitar sus proyectos e ideas…

– ¿Como está el justicialismo en Gualeguaychú?

– Con distintos matices, ha sido gobierno en los últimos años, porque cuando Nuevo Espacio fue gobierno, era por parte del peronismo. En la provincia, con Leissa, Solanas, Lauritto, Nogueira y un grupo interesante de dirigentes, veíamos que dentro de la estructura del Partido Justicialista en ese momento, no había posibilidades de competir, porque todo era muy digitado. Entonces, al no tener esa posibilidad dentro del partido lo tuvimos que hacer por fuera. Cuando vi que en el Nuevo Espacio se hizo la concertación y nos fuimos alejando de esta idea y fuimos perdiendo identidad, me alejé políticamente. Nuevo Espacio, en el que quedaron Emilio Martínez Garbino y Luis Leissa, tiene su presencia, pero es una opción de ellos, no la mía… Es peronista, radical, socialista, estuvieron con Busti, el enemigo declarado, capaz que son opciones, pero al menos a mi, no me atrae. Hemos compartido muchas cosas y compartí la primera intendencia con Luis (Leissa), que es excelente como amigo, como profesional…

– Massa está desembarcando en Entre Ríos. ¿Puede ser una amenaza política para el Frente para la Victoria?

– Lo de Massa es una opción tan diluida, que realmente no sé como está. En este momento, por su discurso, está más cerca del PRO que del peronismo. Él tiene un discurso destructivo… Para mí son cosas pasajeras, lo de Massa es así, como en su momento fue en la provincia de Buenos Aires, De Narváez. Así como creció, desapareció, porque no tienen propuestas políticas sustanciosas, no encarnan un proyecto histórico como el peronismo o en su momento el radicalismo. Son cosas oportunistas, salvo que se junte con el PRO y descubra su verdadera identidad.

– Dos temas candentes que en este momento están en el tapete en los medios: por un lado la inseguridad y por el otro, la droga. Y en el medio, un proyecto de cambiar el Código Procesal Penal, para que sea menos riguroso. ¿Cuál es su opinión?

– Tanto el de la droga como el de la delincuencia son temas serios que hay que abordar y aquellos que tienen un interés económico y superior, hacen cautivos a los sectores más humildes de estos flagelos. También he comprobado que cuando estas personas tienen oportunidades que no las han tenido antes, esos problemas para ellos desaparecen. Mi opinión es que debe haber una política para estos sectores humildes de promoción social, para que precisamente no sean presa de esos intereses económicos.

– Cuéntenos cómo fueron esos años como “preso político”…

– Estuve detenido durante 4 años, hasta 1978, en Paraná, Gualeguaychú, Coronda y Resistencia (Chaco). Integraba la juventud trabajadora peronista y era delegado sindical en el IOSPER. Existía en esa época un decreto, en el cual te ponían a disposición del Poder Ejecutivo y podías quedar preso sin motivo. Fui de los primeros detenidos de Entre Ríos. El juez nos declaró libres, pero después le dijeron que las órdenes de él no valían…

– ¿Lo torturaron en la cárcel…?

– Sí, con picanas, como a todo el mundo. Tengo los mejores recuerdos de la cárcel, independientemente de lo que uno pasa, en especial por el compañerismo y la solidaridad… En 1978 me reintegré a la vida, después trabajé en un canal y en un diario de Gualeguaychú, hasta que Luis Leissa me convocó como secretario de Hacienda en el municipio de Gualeguaychú, iniciándose mi carrera política, siendo intendente 2 veces y senador…

– ¿En qué lugar le gustaría estar después de diciembre de 2015?

– Es temprano para pensar en eso… En política voy a estar siempre y donde el proyecto nacional, que nos tiene tan entusiasmados, nos requiera.