Invitados especiales: El Cont. Roberto Schunk opina sobre economía y las leyes en discusión

En los “Estudios Paraná” del “Centro Ra­dial, Televisivo y Periodístico de Entre Ríos”, se invita cada semana a muchas personas de dis­tintas concepciones políticas, que tienen alguna actividad relevante en comunidad o que se han destacado en alguna institución.

Esta semana visitó el Centro, el economista, docente universitario y ex ministro de la Produc­ción de la provincia, Cont. Roberto Schunk, quien en diálogo con El Observador y el pro­grama “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, brindó sus opiniones con relación al presente del país y el futuro económico con el actual gobierno nacional.

Schunk sostuvo que “para este esquema liber­tario, el Estado es una mala palabra. Más allá de la importancia que tiene el mercado, lo único que existe en la sociedad como para lograr el equili­brio entre los distintos actores, es precisamente la participación del Estado, por eso, no hay que tenerle miedo al mismo. Lógicamente debe es­tar a la altura de las circunstancias, en función del conjunto. En la economía lo importante es que crezca la riqueza, es decir, el famoso PBI. Ahora, de nada sirve que haya un incremento de riquezas, si esa distribu­ción queda en pocas manos. Para eso está la actuación del Estado…”.

– Hoy se ha­bla mucho de la “Ley Ba­ses”, desde el oficialismo argumentan que la necesitan para el programa que tienen y desde la oposición sostienen que será perju­dicial para los argentinos…

– La Ley Bases comprende 2 partes: el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones), más otras modificaciones, como la reforma previsional, la laboral, la eliminación de instituciones públicas, las privatizaciones de muchas empresas públicas. Hay una gran diferencia entre lo que es el RIGI y los otros cambios propuestos, en los cuales un próxi­mo gobierno viene en el futuro y lo puede modificar a través del Congreso de la Nación. Ahora, el RIGI, por 30 años, los argenti­nos no vamos a poder cambiar absoluta­mente nada. Si una de estas grandes inver­siones viene a Argen­tina y el Estado quie­re cambiar alguna de las normativas, pueden asistir a la justicia nacional o internacional para tratar de preservar esos institutos que establecen dicho Régimen. Pasó en la época de Carlos Menem… El 89% de los juicios que Argentina tuvo en el marco del CIADI (Centro Internacio­nal de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) se per­dieron. Es un Tribunal que está constituido por grandes corporaciones internacionales y por más que quisiéramos cambiar algunas cosas, no las vamos a poder modificar. Para dejar en claro mi opinión, no estoy diciendo que no haya inver­sión extranjera directa, porque es muy importan­te para un país, sino que lo que planteamos son las condiciones que deben plantear. Después, en la ‘Ley Bases’, hay otras cuestiones, en el plano impositivo. Por ejemplo, como cualquier empresa nacional que paga el 35% de Impuesto a la Ganancias, estas nuevas inversiones van a pagar el 25%, lo cual marca una diferencia con el empresario nacional. Por otra parte, no van a tener que pagar el “Impuesto País”, que cualquier empresario argentino paga (17,5%). Hay que ponerlos en un plano de igualdad. Ar­gentina tiene lo que el mundo necesita: produce alimentos, tiene petróleo, gas, litio… y lo tiene en las mejores condiciones para que estas em­presas hagan muchísimo dinero. Esos capitales, indudablemente van a venir, si están dadas las condiciones de ganar dinero. Lo que no pode­mos hacer nosotros es generar esa disparidad de tratamiento con nuestros empresarios. Al tercer año, estos grandes capitales, directamente se van a poder llevar los dólares afuera, sin tener que liquidárselo al Banco Central, como tiene que hacer cualquier empresario argentino…

– Mientras tanto, ¿qué perspectiva ve para el país…?

– Esta semana salió un dato de la Universidad Católica Argentina: del 44% que era el índice de pobreza que había a fines de 2023, se llegó actualmente al 55%… Hoy no veo elementos que de alguna manera planteen que esta polí­tica, represente una mejora para la sociedad. Hay otro dato, en relación a la Canasta Básica Total, con la cual se marca la línea de pobreza: en abril, una familia tipo necesitaba $ 828.000 y hoy el promedio en Argentina de un salario es de $ 705.832. Eso quiere decir que una parte muy importante de los trabajadores formales en blanco, que se hacen los aportes, está por de­bajo de la línea de pobreza, lo que nunca había pasado en Argentina. Por otra parte, vemos que la inflación no baja como el gobierno pretende. Nuestra moneda cada vez vale más… Como se están dando las condiciones, la pobreza y la indigencia seguirán aumentando y ahora apa­reció un nuevo problema que no estaba en el radar de la sociedad en su conjunto, que es el desempleo…

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