Ingenieros agrónomos de Crespo y Ramírez hablan sobre la actualidad del sector

Estuvieron esta semana en El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, los ingenieros agrónomos Ricardo De Carli, Daniel Dechanzi y Adrián Kinderknecht, quienes hablaron sobre esta actividad, que agrupa a la agricultura, ganadería y tecnología en una misma profesión.

Kinderknecht, oriundo de Santa Elena, una vez recibido se radicó en Crespo, donde trabajó en una empresa local, hasta que decidió empezar a desenvolverse de manera particular: “Nuestra función es ayudar al productor, que por supuesto, sabe mucho por su propia experiencia y porque tiene otros medios para informarse. Me dedico más a lo que es la agricultura y a la conservación de suelos; en lo primero, el panorama ha cambiado mucho, lo que lleva a una constante capacitación. Mi principal tarea hoy es la conservación de suelos y por lo que uno ve, los productores entrerrianos están cada vez más interesados en desarrollar este sistema, que además de los beneficios que genera, también en la provincia, como incentivo, se tiene descuentos impositivos, del 70% el primer año; el segundo, 60% y a partir del tercero, un 50% hasta los 7 años. Dependiendo del avalúo inmobiliario del campo, el porcentaje puede ser muy interesante”.

De Carli, quien se recibió de ingeniero en Buenos Aires y está radicado en Crespo (es responsable de la agencia local del INTA), destacó que “si la actividad del campo tuviera su plenitud, faltarían agrónomos en la zona; lo que pasa es que, como el sector rural viene sufriendo restricciones, por medidas impositivas y demás, el número de ingenieros que se tiene, alcanza. En mi caso me dedico a la producción agrícola y precisamente vine a Entre Ríos por el tema de la conservación de suelos. En cuanto al trabajo en el INTA, estamos sufriendo los problemas de la economía como sufren otros sectores también, inclusive hay un achicamiento de la planta de profesionales y auxiliares. Para tener mejor potencial, debería ampliarse la planta de investigadores, pero eso no está sucediendo, así que bien, no estamos”.

Dechanzi, oriundo de Oro Verde y afincado en Ramírez desde hace 25 años, donde trabaja en “Cooperativa La Ganadera”, expresó: “Siempre me dediqué a la parte agrícola/ganadera, porque me gusta y también por el requerimiento que uno va teniendo de los productores. Debido al avance que ha tenido la tecnología, cada vez son más las consultas y eso lleva a tener más actividad, más capacitación y especialización. En mi caso trabajo ‘full time’ en la cooperativa. que tiene unidades de negocio en distintas localidades; comenzó en Ramírez, en la década del ‘50 como ganadera, pero se fue expandiendo también al ámbito agrícola”.

Sobre el interés de los jóvenes en sumarse a esta profesión, expresó que “cada vez hay más inscriptos en las universidades y lo más destacable es que egresan cada vez más. En mi promoción, recuerdo que comenzamos 120 y finalizamos 12 o 15. Colegas me decían que hoy están egresando entre 40 y 50 anualmente. En la Cooperativa tuvimos que incorporar nuevos colegas, hicimos varias consultas y la gran mayoría de los nuevos profesionales, ya estaban con sus trabajos, lo que demuestra el gran campo de acción que se tiene”.

De Carli acotó que “es una hermosa profesión, que con el tiempo, uno va aprendido a disfrutarla y a valorarla más. La formación universitaria del ingeniero agrónomo es muy enriquecedora, ya que tenemos una diversidad en la preparación, tanto de Biología, como de Física, Química… y después está el contacto con el productor, con gente de trabajo, que invierte, que está generando riquezas de manera permanente, lo que ayuda a tener un pensamiento positivo”. 

Sobre los cambios climáticos y la posición de algunos sectores de responsabilizar al sector agropecuario de los mismos, De Carli dio su opinión: “Hay expertos que afirman que esto siempre ocurrió, de registros en cualquier lugar del mundo de grandes sequías y altas temperaturas y otras épocas más húmedas. Esto viene de decenas de años atrás, incluso en el tiempo que no había un efecto antrópico. Recuerdo a pronosticadores que nos decían ‘no va haber más frío’. Este año tuvimos nevadas como nunca en las cordilleras, en Bariloche y en todo el sur del país y no los volví a escuchar nuevamente a quienes anticipaban que no iba a hacer más fríos intensos. La conclusión es que el cambio climático ocurre, pero está claro también que no es causado por nuestra actividad. Sí, hay ver qué medidas se puede tomar para amortiguarlo, pero sin perseguir a la actividad productiva, pensando que al cambio climático lo generan las vacas de un feedlot”.

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