Inauguraron un lactario con aparatología de última generación en el San Roque de Paraná

lactarioEl gobierno entrerriano, a través del Ministerio de Salud, equipó el nuevo lactario del hospital San Roque de Paraná e hizo la entrega de aparatología de alta complejidad al servicio de neonatología de dicha institución. Ambas gestiones fueron concretadas con financiamiento del Programa Sumar. En la oportunidad se homenajeó al doctor Pedro Moia, profesional de gran trayectoria en el nosocomio, descubriendo una placa en su honor.

El acto de inauguración del lactario desarrollado en el hospital San Roque estuvo presidido por la coordinadora general, directora de Maternidad e Infancia y Programa Sumar, Sonia Velázquez; el director de Atención Médica, Mario Tizzoni y el director del hospital, Víctor Paz, y contó con la participación de funcionarios de Salud, personal de las distintas áreas del hospital, referentes gremiales y público en general.

“El Programa Sumar es una herramienta de gestión con la que cuentan hospitales y centros de salud; este plan tiene la virtud de poder transferirles recursos por la tarea que los trabajadores de salud hacen en este hospital, por lo tanto este logro es de ellos”, manifestó Sonia Velázquez.

Por su parte, Mario Tizzoni destacó la adquisición de “dos equipamientos de gran nivel de excelencia que este hospital se merece y que gracias a todos los trabajadores se pudo cumplimentar”. El funcionario valoró: “Con este equipo de óxido nítrico estamos llegando a un nuevo nivel en el tratamiento de los problemas de hipertensión pulmonar y las cirugías cardiovasculares”.

Lactario de última generación: El director del hospital San Roque informó que “este es el lactario más moderno que hay en el país”. El galeno indicó que el nuevo servicio permite brindar mayor seguridad en la alimentación de los pacientes y, para dimensionar la importancia, señaló: “Estamos hablando de entre 500 y 600 mamaderas por día, por eso es muy importante el tema de esterilización en la preparación de tantas fórmulas”.

El hospital Materno Infantil San Roque es un impulsor de la política de la lactancia materna, por lo cual se aclaró que las fórmulas que se preparan son exclusivamente para pacientes internados. En este lactario se van a hacer de 500 a 700 biberones al día, que es la producción que necesita la institución para cubrir la demanda de pacientes externos.

Josefina Tenorio, responsable del área de nutrición afirmó que la inauguración del lactario “es un sueño cumplido”. “Estamos felices y es muy importante para el bebé que se interna en el hospital, que va a recibir un biberón estéril y pasteurizado. Eso no es poco”, subrayó.

La idea de constituir un nuevo lactario surgió de una iniciativa del área de nutrición del hospital, decisión que fue acompañada y articulada en sus diferentes instancias por la Dirección, el Ministerio de Salud y el equipo provincial del Programa Sumar. Este equipamiento y su puesta en funcionamiento demandaron una inversión superior al millón de pesos.

Al momento de la inauguración, se descubrió una placa en honor al doctor Pedro Moia, quien se desempeñara en la institución. “Moia ha sido una eminencia para nosotros y un ejemplo como ninguno. Muchos chicos viven gracias a él, una persona que se dedicó sin horario, todos los días de su vida. Un ejemplo como profesional y como persona”, expresó Víctor Paz.

Proceso llevado a cabo en el lactario: “En el lactario se preparan las fórmulas que se reconstituyen a partir de agua desinfectada con leche en polvo”, explicó José Collado, del Grupo PSE SRL, la empresa responsable del equipamiento e instalación del lactario en el hospital San Roque.

Dichas fórmulas son previamente diseñadas por el departamento o la jefatura del servicio, atendiendo a las necesidades de cada paciente. Las nutricionistas ingresan a cada paciente a través de un sistema de cómputo, especificando los ingredientes que tiene que tener la mamadera de acuerdo a la patología, y esta información es recibida en el lactario en forma impresa y en un monitor.

Al tratarse de fórmulas para lactantes se debe guardar especial cuidado en respetar las cualidades nutricionales que respondan a los requerimientos de los pediatras y las nutricionistas; y también se debe someter a este producto a un proceso de pasteurización ya que se ha probado que la leche en polvo tiene bacterias que pueden ser perjudiciales para los chicos. Entonces es crucial llevar adelante este proceso de desinfección de la fórmula producida, garantizando que dicho proceso no dañe las características de la fórmula.

“Este lactario se dotó con todos los elementos que pueden ser necesarios, se usen o no, y aquí tenemos: los equipos para el lavado, desinfección, secado y para la producción de agua desinfectada que luego se utiliza para mezclar con la leche en polvo”, indicó Collado. Todos los equipos instalados están preparados para que se los pueda desarmar y limpiar profundamente.

Como primer paso, hay una máquina que lava y desinfecta los biberones; de allí se los pasa a una secadora; y posteriormente al sector donde se prepara la fórmula mezclando la leche en polvo con el agua desinfectada. Se agitan los componentes durante dos minutos y se logra la fórmula que será colocada en cada biberón.

Luego este producto debe ser pasteurizado: en este paso el equipo trabaja con un generador de vapor, que produce vapor vivo para que la mamadera se caliente rápido y es enfriada rápidamente mediante una inundación de agua fría. Este proceso es totalmente automático y tiene distintas etapas que están controladas para que, en caso de que exista alguna falla, se pueda interrumpir el ciclo.

Una vez que la mamadera con la fórmula pasó por el pasteurizado es enviada directamente a la mamá para su consumo, sin abrirse. En el caso de que la fórmula no sea consumida en el momento, el lactario cuenta con heladeras en las que se pueda conservar la leche de 48 a 72 horas.

El proceso completo (lavado, secado, preparación y pasteurización) se puede completar en el término de dos horas aproximadamente, con lo que este lactario puede estar produciendo 100 mamaderas cada hora y media.

Equipamiento para neonatología: “El óxido nítrico es un aparato de muchísima complejidad, se usa en neonatología en los casos de hipertensión pulmonar, es un tratamiento específico que salva vidas y es el único que hay en la provincia a nivel público”, manifestó Víctor Paz, quien detalló que para su adquisición se invirtieron 180 mil pesos, gestionados mediante fondos del Programa Sumar.

Por su parte el jefe de neonatología del hospital San Roque, Alejandro Musante, explicó que “el óxido nítrico permite combatir la hipertensión pulmonar, se usa en todas las patologías que cursan con esta hipertensión, se puede utilizar posterior a cirugías cardiovasculares y en algunos casos de chicos que tengan displasia broncopulmonar o bronquiolitis”.

“Esto es un paso adelante, es una oportunidad más que se les va dar a los recién nacidos”, culminó el profesional.

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