Historias de vida: Andrea Ulrich habló sobre cómo luchó y venció al cáncer

En Argentina, el cáncer de mama es el más común entre las mujeres y el de mayor volumen en incidencia, con alrededor de 19.000 casos nuevos todos los años, según estadísticas oficiales. Esto se traduce en dos diagnósticos nuevos cada hora. La buena noticia es que, detectado a tiempo, puede curarse en más del 90% de los casos, de acuerdo con datos publicados por la “Sociedad Argentina de Mastología”. La crespense Andrea Ulrich, paciente recuperada de esta enfermedad, en diálogo con Canal 6 ERTV, expresó que “me lo detectaron en un control, por lo que fue una sorpresa, incluso no había antecedentes en mi familia. Fue un cimbronazo para la familia, porque fue a un mes del cumpleaños de ‘15’ de mi hija, es decir, estábamos en todos los preparativos. A los pocos días quedé ‘pelada’ y se venía la fiesta. Mi peluquero de toda la vida, que es un genio, me ayudó muchísimo; me hicieron la peluca con mi pelo y obviamente tuvieron que pedir de otro lado también. Hablando con mi hija, le pregunté cómo quería que esté, si con pañuelo, con gorrita, con una peluca y ella con toda la sinceridad y con todo el amor que tiene siempre, me dice ‘… no importa, yo quiero que vos estés, como sea, pero quiero que estés…’. Usé la peluca esa noche por una cuestión de estética nada más, pero después, me manejé siempre con un pañuelo, con una gorrita o nada… Busqué ayuda en todos lados, porque cuando uno escucha la palabra ‘cáncer’, es muy fuerte, pero enseguida me aferré a la fe en la Virgen, al apoyo de la familia, que en esos momentos es fundamental, también en mis compañeros de trabajo, amigos… y cumplí con todas las recomendaciones del médico… También busqué alternativas naturales… El 80% de la recuperación es actitud y las ganas que uno le pone para salir adelante. Una frase que no es mía, pero que la apliqué es… ‘Tuve cáncer, el cáncer no me tuvo a mí…”. En ese momento sí, cambiaron 100% todas mis prioridades, antes por ahí uno se hacía problema o ponía el foco en ciertas situaciones y hoy veo que eso, no tiene sentido…”.

Sobre lo que sintió cuando le comunicaron que tenía la enfermedad, expresó que “primero, una necesita un tiempo para asimilarlo, de compartirlo con la familia, amistades… y cuando fue pasando y lo pude superar, opté en comunicarlo para que mucha gente sepa que, haciéndose los controles y detectándolo a tiempo, se puede, se cura, se sobrevive…”.