El sargento de la policía de Entre Ríos, Miguel Ángel Ramos de Basavilbaso, recibió un nuevo reconocimiento de la comunidad y de las autoridades, luego de devolver $ 28.000 que automovilistas extraviaron en la Ruta Nº 39, en el trayecto entre esa ciudad y Concepción del Uruguay. Se trata del tercer hecho de esta naturaleza en el que Ramos es protagonista, ya que en noviembre del año pasado tuvo un acto similar con un vendedor que había perdido $ 800 y unos meses antes, le entregó $ 10.000 que una persona había extraviado en pleno centro de Basavilbaso.

El funcionario contó que desde la garita donde realiza la tarea de custodia del ex molino de la quebrada Calimboy, había visto que un Peugeot 206 estacionó a un costado de la Ruta Nº 39 “y que se bajaron una señora y un niño, que aparentemente estaba descompuesto. En ese momento, dejaron sobre el techo del auto una cartera, la que cayó cuando retomaron el viaje, ya que se olvidaron de ingresarla”. Para fortuna de la familia, el honesto policía actuó como correspondía y pudieron recuperar su dinero.

“Me salvaste la vida”, contó Ramos sobre lo que le dijo el automovilista. “No sabía lo que tenía dentro de la cartera y no correspondía que la abriera, primero intenté que un automovilista que pasó por el lugar le diera alcance al Peugeot y felizmente en unos minutos esa gente estaba de regreso. Todos, especialmente los policías, debemos devolver lo que no es nuestro”, dijo en diálogo con FM Riel, al minimizar su actitud y remarcó que los que visten el uniforme de la fuerza “debemos pregonar con el ejemplo. Yo hice lo que correspondía”. Recordó que “hace 20 años, cuando cobrábamos a través de Logística (que nos traía la plata a la Comisaría), salí para mi casa y perdí el sobre con su contenido y viví momentos muy difíciles que pude sobrellevar gracias a un colega, el entonces sargento y actual suboficial mayor (Horacio Fabián) Lescano, que es una situación que siempre tengo presente” como para comprender el momento desagradable que se siente al perder una pertenencia.

En agosto del año pasado, contó que “al salir en la moto a buscar hojas de lija a la Ferretería García, ubicada sobre la avenida San Martín, vi que había dinero y me dediqué a buscar documentación para ver de quién podía ser. Entre los billetes había dos cheques y un papel que decía el nombre: ‘Darío Vuagniaux’. Di la vuelta a la manzana y me encontré con Darío y le pregunté ‘¿Perdiste…?’ y antes de terminar la frase me abrazó y me agradeció”.

Cabe acotar que en la última sesión del Concejo Deliberante, la edil del bloque “Evita Militante”, Cristina Méndez, destacó la actitud del sargento Ramos y expresó que “sentí una gran alegría, como basavilbasense e hija de un policía jubilado” y remarcó que “gestos como estos, son digno de imitar y por ello, lo felicitamos a él y a su familia”.

Ramos, casado con Sara López, tiene 4 hijos (Miguel Ángel, María de los Ángeles, Yamina y Luana) y celebra ser un abuelo feliz de Bautista, Valentina y Tadeo, a quienes dijo, quiere transmitirle “la cultura del trabajo y el ser honesto. La vida va mejor así” y agregó que además del sueldo de funcionario policial, hace “changas” en la construcción. Contó que el 9 de noviembre cumplirá 50 años de vida y más de 30 de servicio como policía, por lo que admitió que su pase a retiro y jubilación, están cerca. Un ejemplo a seguir, en estas épocas donde todo, parece estar manchado.