Hernández: Una historia de perseverancia, esfuerzo y dedicación

Sabemos y reconocemos que la profesión de Enfermería, se elige por amor al prójimo y para ayudar a las personas en los momentos más difíciles de su salud, donde nunca faltan el acompañamiento y la contención de estos seres tan queridos y valiosos en nuestra sociedad.

Hace 31 años que Mirta Oviedo, está radicada en Hernández y 15 años que cumple con su noble labor de enfermera, por lo que es importante dar a conocer su historia de vida, de perseverancia, esfuerzo y dedicación, la que gratamente forma parte de la realidad diaria de esta población.

La enfermera Mirta en una charla con El Observador, contó que comenzó a estudiar a los 35 años y a los 40 años empezó a trabajar. Ella es oriunda de la provincia de Córdoba, hizo parte de la secundaria allí, luego se casó y tras residir un tiempo en Buenos Aires, llegó a esta comunidad. “Mi padre no me permitió estudiar esta carrera, porque decía que iba a estar en contacto con muchas enfermedades, así que cuando me radiqué en Hernández, primero estudié Auxiliar de Enfermería, después obtuve el título profesional y luego hice la Licenciatura. En la Escuela Gotte de Nogoyá hice los 3 primeros años, después a distancia completé la parte profesional y por último cuando ya estaba trabajando en el Centro de Salud de esta localidad, cursé la Licenciatura en la Facultad de Santa Fe. Hice algunas suplencias por la zona y desde el año pasado estoy a cargo del Vacunatorio”, indicó Oviedo, quien es madre de Nahuel, quien trabaja en la construcción y el campo, además de Matías, quien es policía y un reconocido atleta que compite en la zona y la región. A su vez, está casada con Edgardo Aliendro, quien se ocupa de la vacunación de animales contra la fiebre aftosa.

Oviedo también destacó el acompañamiento que tiene tanto del grupo de enfermeras, como del personal y el equipo de profesionales; además agradeció a los vecinos de la comunidad hernandense, los que hace 31 años le abrieron las puertas y la recibieron como a una hija del pueblo y hoy la siguen considerando como tal.

– ¿Cómo se trabaja en medio de una pandemia?

– Nos tuvimos que ir adaptando a las nuevas medidas sanitarias y en el sector que me corresponde, la vacunación antigripal se triplicó comparado con otros años. Como al principio la gente no se podía trasladar hasta el Centro, es que junto a una profesional médica y con el ambulanciero, salimos a recorrer los distintos domicilios para aplicar las dosis.

Las atenciones durante esta cuarentena se siguen realizando, siempre teniendo en cuenta los protocolos y aplicando el sistema para detectar los síntomas de cada paciente, por lo que estamos atentos y en alerta, ante un caso sospechoso que pudiera aparecer.

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