Hernández: Propuestas de la Biblioteca Popular “La Vieja Estación”

A casi 7 meses del período de cuarentena, las actividades en la Biblioteca Popular “La Vieja Estación” de Hernández (Departamento Nogoyá), se van compartiendo de acuerdo a las medidas preventivas y protocolos sanitarios, lo que permite continuar brindando el servicio y de la mejor manera posible.

Luego de la flexibilización de ciertas propuestas, en la entidad se comenzó a realizar la atención al público en horario reducido, a lo que los socios se fueron adaptando y hay un importante número de seguidores de la localidad, la zona y la región, que siguen acompañando las iniciativas que se van programando.

En este sentido, la presidenta de la Comisión Directiva, Marcela Figueroa, habló con El Observador días atrás y comentó que “fuimos implementando actividades a través de la tecnología que incluyó el envío de material a través de las redes sociales y de acuerdo a la autorización que teníamos tanto del orden nacional, como provincial y local. Fuimos aprendiendo sobre la marcha, en base a prueba y error, lo que nos permitió continuar con nuestra tarea. Comparado con el año pasado que organizamos diferentes actividades y celebraciones presenciales, en la actualidad de manera virtual, compartimos diversas celebraciones, entre ellas, las correspondiente al 150º aniversario de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y el Día de las Bibliotecas Populares, que se centraron el pasado 23 de septiembre. En nuestro caso, recibimos salutaciones y distintos mensajes, que agradecemos enormemente”.

– ¿Qué tareas vienen efectuando durante este tiempo?

– Nos propusimos hacer un ordenamiento de puertas adentro y por ello surgió el proyecto de sistematizar la tarea a través de la parte de informática. Pedimos el presupuesto correspondiente a un ingeniero en Informática y un alma caritativa y solidaria nos donó los $ 8.000 para que avancemos. Se trata de Graciela Deppen, jubilada docente que vivió en este pueblo y hoy está radicada en Santa Fe. Ella se comunicó telefónicamente y nos brindó esta gran ayuda, ya que es necesario que después de 25 años la institución tenga informatizado su trabajo, es decir contar con una base de datos con la totalidad de la documentación existente. Así que nos pusimos a trabajar y en los momentos que no hay atención al público, la bibliotecaria se encarga de ir cargando el material, lo que nos permite acceder a la modernización que nos van requiriendo desde la CONABIP. El papel se degrada, se puede dañar o extraviar y de esta forma podremos tener actualizado, tanto el material como ir armando un archivo informatizado.

También fuimos presentando distintos proyectos a la CONABIP, entre ellos, uno de “Adecuación en tiempo de pandemia”, que fue aprobado y en breve contaremos con el subsidio que estará destinado para la compra de artículos de limpieza, folletería y material acorde al momento que estamos viviendo, por lo que tenemos que ir acondicionando los espacios para cumplir con los protocolos vigentes, a lo que se suma el ordenamiento que estamos haciendo con la documentación, también a través de un sistema informático.

Asimismo, nos aprobaron un aporte de $ 20.000 en el marco de los planes de Inclusión Digital, que se ocupará para el abono de internet, ya que en la entidad también brindamos este servicio.

Por lo que el objetivo es seguir trabajando para fortalecer la estructura que se fue armando durante estos años y poder ofrecer a nuestra comunidad la oportunidad para que puedan compartir la lectura de los variados textos que tenemos en stock. Por ello, el agradecimiento a cada una de las personas que son parte de la institución, socios, colaboradores e integrantes del equipo que me acompaña, que hacen que la Biblioteca siga creciendo.

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