Hermanas Siervas del Espíritu Santo cuentan su vida consagrada en la fe

El Colegio “Sagrado Corazón” pertenece a la Congregación de las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo. Hace poco tiempo, dos hermanas se incorporaron a la institución: la hermana María Gertrudis y la hermana Alicia Estela. Por su parte, la hermana Catalina Inés hace cuatro años se encuentra en Crespo. Las tres contaron su experiencia personal consagrada en la fe.

En diálogo con Canal 7 CVC, la hermana María Gertrudis contó que “soy de Entre Ríos, vuelvo a mi hogar después de muchos años. Tengo 56 años de votos de consagración y residí en varios lugares, incluso en el extranjero con más de 8 años en Cuba. También estuve en Chaco salteño, trabajando con los aborígenes y así pasó el tiempo, dando mi vida por los demás y ayudando donde y como pude”. Añadió que “nunca estuve en un colegio trabajando sino siempre en la pastoral. Transité 20 años en Jujuy, trabajando en los barrios muy pastoralmente pero también socialmente. Con el pueblo wichí trabajé con las mujeres enseñándoles a coser, a cocinar y hacer distintas actividades con los niños para que vayan aprendiendo el español, porque todas las escuelas son bilingües y los chicos el único lugar donde hablan el español es la escuela”.

Por su parte, la hermana Alicia Estela manifestó que “soy nacida en Jujuy y estoy aquí hace pocos días, vengo de Esperanza donde prestaba mi servicios como enfermera a nuestras hermanas ancianas y enfermas. Fui trasladada por distintas provincias: San Juan, Santa Fe, Jujuy, Salta, también estuve aquí en Entre Ríos, generalmente aportando en la pastoral. A su vez, trabajé en Gualeguay en el hospital”.

La hermana Catalina Inés también contó su experiencia. Expresó que “hace cuatro años estoy en Crespo. Vengo de Jujuy, ahí estuve atendiendo una casa de retiro 3 años. Anteriormente fui docente y también viajé por varios colegios en Argentina. Finalmente me jubilé en Las Cuevas y desde ese momento estoy trabajando en distintas tareas apostólicas, colaborando siempre con la parroquia si es posible y realizando las tareas del hogar. Actualmente estoy entrenando a las nuevas hermanas que se suman para la tarea especialmente testimonial en el colegio. Nos vamos a insertar en la parroquia y empezar a programar actividades”.