HCD: Dispares opiniones sobre proyecto para regular el uso de agroquímicos en Crespo

En el final de la última reunión de comisión del Concejo Deliberante de Crespo, ediles del Frente para la Victoria preguntaron a sus pares del oficialismo sobre cuándo se va a tratar el proyecto que ellos presentaron (el mes pasado), a través del cual solicitan que se prohíba “la utilización de cualquier fertilizante y plaguicida de síntesis química, como herbicidas, insecticidas (agroquímicos), a una distancia no menor de 1.000 metros por fuera del límite de la planta urbana, en los cultivos de alimentos y/o en cualquier tipo de cultivo intensivo que requiera la utilización de pesticidas peligrosos”. La iniciativa fue impulsada por las concejales Dra. Gloria Waigel y Virginia Stricker, quienes esperan por su tratamiento en los próximos encuentros, mientras que desde el bloque del Frente “Crespo nos Une” se pretende convocar a profesionales, investigadores y demás especialistas para que con la opinión de todos, “se pueda llegar a un proyecto consensuado que no afecte a unos y otros”.

 

“El glifosato es seguro”    

 

En la sesión de este miércoles, ingresó al Concejo Deliberante una nota firmada por Héctor Humberto Eberle de la empresa “Siete Hermanos SRL”, en la que expresa su inquietud por el proyecto mencionado. En la misiva pide que “haya un debate abierto, plural, pero fundamentalmente con fundamento y base científica del tema” y sugiere que “se envíen profesionales a Europa y Estados Unidos para que vean por sí mismos, como lo hemos visto nosotros, como se aplican estos productos a escasos 10 metros de los cascos urbanos y pequeñas poblaciones, reforzando así la idea de que el glifosato es seguro para humanos y animales”. En la nota, Eberle adjuntó una publicación realizada por el diario Clarín, que bajo el título “El glifosato es seguro”, se plantea “que la toxicidad del glifosato es menor que el de una aspirina”.

 

¿Acciones legales por prohibiciones? 

 

Desde los sectores productivos han expresado su preocupación por el avance de estas legislaciones municipales, tal como ocurrió en Gualeguaychú, sobre la que Elvio Guía, director en Entre Ríos de la Federación Agraria Argentina señaló que “es una ordenanza descabellada y un atropello. En esa ciudad afecta a unas 33.000 has. y que se da por una cuestión más ideológica. En ninguna parte prohíben el glifosato. En Europa autorizaron su uso por otros 5 años y en EEUU y el resto del mundo se usa sin problemas. Hablamos de una herramienta que no sólo es para la soja, que es lo que primero se dice. Estamos hablando de un producto que está avalado y habilitado por el SENASA, por lo que no se puede prohibir el uso y comercialización. Tenemos medido que a una distancia de 100 metros (de la parte urbana al lugar de aplicación) no hay ningún tipo de problemas con la salud, por supuesto que viendo el tema de la velocidad del viento y otros resguardos. Queremos no tener discusiones con la sociedad, estamos a favor de las buenas prácticas, a favor de la salud, por lo que hay que lograr un equilibrio justo y sacar los fundamentalismos de lado. Hay grupos que están haciendo mucho daño. Ellos piensan que le hacen daño a una empresa (Monsanto), pero se lo están haciendo al pequeño y mediano productor, a trabajadores, a pymes y no estamos solucionando el tema de fondo” señaló en declaraciones a El Observador.

Por su parte, las entidades nucleadas en FARER (Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos), se reunieron la semana pasada y analizaron qué alternativas judiciales podrían llevar adelante para rechazar “las ordenanzas municipales que prohíban el uso en los ejidos de productos fitosanitarios aprobados y de uso autorizado por los organismos nacionales de control. Estas legislaciones provocan que numerosos productores queden excluidos del sistema y comercios deban cerrar sus puertas por estas limitantes” afirmaron en comunicación con este medio.

Cuestionan por otra parte “la ausencia de opinión del gobierno entrerriano, sobre las alternativas que se pueden plantear y el perfil que se pretende de la provincia en cuanto a las actividades relacionadas con el agro”. En ese marco, los ruralistas de FARER coincidieron “en avanzar junto a las entidades de la Mesa de Enlace de la provincia en una estrategia conjunta, al margen de los recursos de amparo individuales que realizarán los damnificados”.

 

Contra el glifosato  

 

Días pasados, el escritor Patricio Eleisegui presentó en Crespo su libro “Envenenados”, en el que se indaga sobre los efectos de los agroquímicos y transgénicos. Explicó que en dicho trabajo se hace mención “a las víctimas de este modelo agropecuario, comenzando con Estela Lemes (maestra rural que denunció que fumigaron un campo aledaño a una escuela, mientras los alumnos estaban en el recreo) y que concluye con el ‘Caso Tomassi’ de Basavilbaso. Sí o sí, Entre Ríos es una referencia obligada de cómo este modelo ha ido repercutiendo negativamente y además, es una de las provincias que tiene más cantidad de evidencias científicas hoy por hoy, con un nivel de contaminación enorme, lógicamente con incidencia directa en la salud de las poblaciones. Podemos hablar del río Paraná con glifosato, del 40% de las muertes por cáncer de San Salvador, que tiene un vínculo directo y un nexo con las fumigaciones”.

Eleisegui valoró que se estén aprobando legislaciones municipales que prohíban el uso del glifosato, “pero también debemos exigir que haya un presupuesto asignado y un organismo de control que sea eficiente, porque con solo la prohibición, no hacemos nada. Hay estudios que hizo el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) sobre el nivel de contaminación del glifosato que tenemos, que está entre los más altos del planeta, lo que es prácticamente irreversible. Es un producto cancerígeno y debe prohibirse, no podemos pedirle a la población de un pueblo que use un traje de astronauta por vivir al lado de un campo que se fumiga” y lamentó que “las academias no han hecho más que gestar profesionales que hoy creen que la única manera de trabajar la tierra, es echando veneno”.