Hay nombres seguros y diversas especulaciones sobre el nuevo gabinete de Urribarri

Es probable que, más allá del 10 de diciembre, Diego Valiero siga al frente del Ministerio de Economía, Hacienda y Finanzas y que Sigrid Kunath se mantenga como secretaria General de la Gobernación. También sería confirmado Adán Bahl como miembro del gabinete, aunque no está claro por estas horas qué cartera quedará bajo su mando, si la actual de Gobierno, Justicia y Educación o la de Planeamiento, Infraestructura y Servicios, que dejará Guillermo Federik ahora que se enfocará en los problemas de Paraná.

Planeamiento no es el único ministerio que quedará vacante porque su titular desempeñará otras funciones con el recambio de autoridades: el titular Desarrollo Social, José Cáceres, electo Vicegobernador, se instalará en la esquina suroeste de la Legislatura, donde funciona el Senado que, como se sabe, arrancará integrado por 17 oficialistas. Sobre su reemplazante no hay aún precisiones. Se mencionó en algún momento a María Laura Stratta, la comunicadora social oriunda de Victoria que está al frente del Banco Popular de la Buena Fe. Ciertamente, el perfil de Stratta es lo que se busca: fuerte integración comunitaria bajo un método y una estrategia que supere la distribución lisa y llana de ayuda directa. Fuentes cercanas a Urribarri aseguran que el mandatario incluso estaría pensando en que la propia Gobernación dejara de repartir subsidios y aspiraría que, desde otra perspectiva, todas esas remesas se concentren en Desarrollo Social. Pero Stratta, que impresionó muy bien incluso en la charla personal, no puede dejar por cuestiones personales la Ciudad de las Siete Colinas. Alguien apuntó a Mayda Cresto como una de las que podría ir en lugar de Stratta pero, al menos hasta ayer, la concordiense seguiría a cargo del Instituto Becario, más allá de que en la nueva etapa será completado el equipo de conducción del área.

 

Para el Gobernador debe haber continuidad en la política fiscal. Por eso lo confirmaría a Valiero y, si en algún momento el actual ministro resolviera dar un paso al costado, su natural reemplazo es un miembro del equipo, el secretario de Presupuesto y Finanzas, Luis Erbes. En lo que Urribarri no está conforme es con el desempeño de Rentas, sin que ello signifique una imputación específica ante una hipotética mala gestión. Simplemente, cree el mandatario que hay un movimiento económico que aún no se ha hecho notar suficientemente en la recaudación propia. Y hacia ese objetivo se orientarían los esfuerzos. Es probable, en ese sentido, que incluso se promueva una transformación institucional de la actual Dirección General, en la expectativa de que un organismo con mayor autonomía como una Agencia acaso pueda encontrar mejores resultados. De todos modos, no hay nombres que hubieran trascendido para esta nueva etapa en Rentas.

 

Sobre el Ministerio de Salud, lo que se ha detectado en el entorno de Urribarri es una extendida satisfacción por la labor desempeñada por Ángel Giano que, como se sabe, ha intentado aplicar a la concreta situación del sistema entrerriano el ideario de Ramón Carrillo. La valoración de la gestión se produce justipreciando también aquellos puntos flojos, pero considerando que se trata de un sector público en transformación paradigmática que, pese a eso, no ha generado un nivel de conflictividad que resultara inquietante, máxime si se tiene en cuenta el tipo de cuestiones que se tramitan cotidianamente en hospitales y centros de salud. Aparentemente, el anhelo de Giano de concentrarse en el desarrollo político de su ciudad natal, Concordia, ha movido a que se busquen alternativas para su futuro. Lo que está firme es que lo sucederá el médico uruguayense Hugo Cettour, quien supo estar al frente del Instituto Regulador de Recursos Termales de Entre Ríos. No es sencillo el desafío para Cettour, pese a estar considerado como un profesional del hospital público. El propio Gobierno juega una carta riesgosa porque el cambio de perspectiva en Salud está a mitad de camino y un retroceso en las metas y los métodos puede significar un duro golpe.

Con el intendente de Chajarí, Juan Javier García, se da una situación extraña. Se sabe que la cercanía política con Urribarri lo convertirá en ministro, el 11 de diciembre. Pero no se sabe aún de qué. Si se confirman las versiones, García compartiría las reuniones de gabinete con el actual vicegobernador, José Lauritto, electo diputado provincial. Pero contrariamente con lo que indican los rumores, no está cerrado aún qué cartera estará a cargo del uruguayense.

Las alternativas para García, Lauritto (y Bahl) se desplegarían en función de situaciones según las cuales en el último viaje a Cannes para la reunión del G-20, Urribarri le habría acercado a Cristina Fernández de Kirchner (CFK) los nombres del actual ministro de la Producción, Roberto Schunk y del administrador de Vialidad Provincial, Jorge Rodríguez, en el marco de una charla en la que se abordó el aspecto de la gestión nacional que viene. De hecho, la nominación (en el caso de que se hubiera producido) sería ya una distinción para los involucrados y un reconocimiento por sus desempeños en la función pública. Y para el gobernador, que considera vital aumentar los contactos directos en distintas áreas del poder central, la incorporación de entrerrianos al gobierno federal puede resultar un fuerte articulador de políticas comunes. Si toda esta cadena de trascendidos fuera ratificada y, además, efectivamente pudiera tener eco favorable ante CFK, los vacíos serían llenados por un póker de variantes.

 

A juzgar por las expresiones de quienes frecuentan a Sergio Urribarri, habrá cambios de importancia en el Instituto del Seguro. En la Policía, seguiría el jefe Héctor Roberto Massuh pero no pudo chequearse si lo acompañará la actual cúpula en pleno. Al frente del CGE, se menciona a la actual directora nacional de Educación Inicial, Marta Muchiuti. Mientras, los actuales intendentes de Nogoyá, Faustino Schiavoni, y de Colón, Hugo Marsó, serán ministros de Trabajo y Turismo respectivamente, más allá de que aún la Legislatura no autorizó la creación de estas dos carteras.

A propósito de apuestas a futuro, el actual secretario de Gestión Pública y Transporte de la provincia, Pablo Biaggini, podría hacerse cargo de un ministerio de gestión (que hoy ni siquiera está creado), encargado de la transformación del Estado en tanto administración, como aparato burocrático, a partir de la capacitación y la incorporación de nuevas tecnologías. Las semanas por venir serán claves para advertir el nivel de confirmación de todos estos trascendidos, publicó El Diario.

 

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