Harlem Festival: Un puente generacional al rítmo de música urbana y Rock

Santa Fe-.Dos días de pura música y adrenalina marcaron la sexta edición del Harlem Festival, un evento que ofrece una experiencia única y memorable para amantes de todos los géneros.

Santa Fe volvió a ser el epicentro de la música durante la jornada del sábado y domingo de un evento único. El Harlem Festival sigue creciendo año a año, reuniendo a miles de jóvenes, grupos de amigos y familias. Para muchos, el evento del año en Santa Fe con una mega producción, diferentes escenarios, actividades y gastronomía, donde se acercaron miles de santafesinos y público de todo el país.

Con 30.000 asistentes, el festival no tiene nada que envidiarle a aquellos gigantes de la escena. Esta nueva edición solo reinvidicó ese posicionamiento como uno de los festivales más importantes de la industria nacional. El evento tiene su particularidad que ya nace con esa impronta de convivencia de diversos tipos de públicos y artístas. Por fuera del plano músical, juegos, regalos, y una variado programa de actividades, fueron un condimento extra a dos jornadas únicas.

DÍA 1: A FUERZA DE HITS Y ACTUALIDAD

Desde muy temprano y ante un sol pleno, los asistentes ansiosos empezaron a ingresar al amplio predio ubicado en Estación Belgrano. La estética forma parte de la jornada y las selfies abundan en cada rincón del predio. Las cámaras reflejan la sonrisas y las expectativas en la previa de cada show. En una pasarela imaginaria que trasladará a la multitud por los tres escenarios.

De este primer día, hubo grandes sorpresas y momentos. Empezando por Joystick, que repitió presencia y que brindó un gran show para comenzar a calentar los motores. Del mismo modo, Sixto Yegros, y un espectáculo potente que hizo vibrar a los allegados de las primeras horas.

Llegaba el turno del Rock, y la presencia Turf (y de un Frontman de aquellos como Joaquín Levinton) acaparó todas las miradas. A fuerza de hits fue empezando a generar el agite en los presentes y los primeros pogos aparecieron en la tarde santafesina.

El cierre no podía ser de otra manera. Ya sobre el final en un espectáculo con una complicidad notoria con su público el cantante se lanzó hacia la marea humana y surfeó entre los presentes mientras entonaba un himno popular en el cancionero del rock nacional: No se llama amor. Toda una postal de la primera jornada.

La tarde soleada estaba llegando a su fin y era el turno de los reyes de la noche. Guasones dijo presente y demostró esa vigencia atronadora a fuerza de hits que fueron ajustados durante 60 minutos. La banda platense liderada por Facundo Soto recibió el calor del público en una lista de canciones donde repasaron sus grandes clásicos y sus últimas canciones.

Mientras el escenario cerrado se prestaba para el baile al ritmo del poprock de Silvestre y la naranja, en primer término e Indios que celebró su retorno al festival santafesino.

Por último a destacar, el cierre de YSY A para la alegría de las almas más jovenes amantes del trap y la música urbana. De la plazas a los grandes escenarios del país, YSY A, mentor de El Quinto Escalón (aquella competencia pionera del género) recordó en sus inicios su paso por Santa Fe y expresó la alegría de su regreso.

Como en cada edición, la Bresh le puso el final a una noche cargada de emociones.

DÍA 2: EL HARLEM SE DESPIDE CON SU ÚLTIMO BAILE

El segundo día del festival prometía otra jornada de mestisaje musical. Para los primerizos se destacó la presencia de Sofía Mora, quien brindó un espectáculo cargado de emociones. El Purre brindó también un notable show con la invitación a Mery Granados en una de las colaboraciones destacadas de la segunda jornada. Willy Bronca, aportó un show enérgico con sus líricas punzantes.

El rock volvía a decir presente en el segundo día y, nuevamente, otra banda platense llegaba al escenario del Harlem. Cruzando El Charco volvió a Santa Fe en un show que tuvo de todo: rock, pop, cumbia y hasta su peculiar cover de Por qué de Floricienta en un clima de fiesta.

Los platos fuertes del escenario Main Stage Outdoor llegaban prometiendo un broche ideal a una jornada única. Las banderas empezaban a ondear y el cántico de La vela de mi corazón, se hacía sentir desde el público. Empezó a sonar la inconfudible intro de “Llenos de magia” para levantar el polvo en cada salto. Un setlist llenó de viejos himnos de los charruas y su disco A Contraluz desató el espiritú poguero ante la mirada cómplice del Enano y Cebolla, ese dueto vocal que se amalgama como pocos.

Por último, desde el barrio de La Boca, llegó el esperado cierre de Trueno. Ante una expectativa total desde los más pequeños hasta los más añejos se acercaron para ver el show del rapero argentino.

En un comienzo a un ritmo vertiginoso, el cantante repasó sus últimas canciones de “El Último Baile” como Tranky Funky y Real Gangsta Love que hizo levantar los brazos en la muchedumbre. Tierra Zanta desató los aplausos a su reinvindicación latinoaméricana. En un cierre electrónico pasó también Mamichula, aquel tema que se metió en los principales rankings de argentina y del mundo. Por último Dance Crip fue el elegido para culminar con las energías de los asistentes en una energía que acaparó la escena del festival en ambas jornadas.

El Harlem Festival crece año a año con una premisa seductora. Unión musical y generacional, es una ecuación infalible a la que se le suma una vidriera para los artistas emergentes que quieren ganarse su lugar en festival imponente.

Crónica: Gonzalo Gadea Britos

Fotos: Harlem Festival

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