Gastón Leonetti de Diamante, contó sobre la “pedaleada” hacia Luján

El martes 5 de octubre partió desde la Parroquia San Cipriano de Diamante y hacia la “Basílica de Nuestra Señora de Luján” (Bs. As.), el ciclista Gastón Leonetti.

El también coordinador del grupo de “Diamante Mountain Bike”, un equipo deportivo de aficionados a la disciplina, contó a El Observador que la propuesta la realizó para cumplir una promesa personal, que debía hacerla en junio pasado, pero por el contexto sanitario de la pandemia, no pudo concretarla en esa fecha.

Durante el recorrido, que son más de 380 kilómetros, el ciclista fue recibiendo mensajes de aliento, lo que lo motivó para seguir pedaleando y llegar a destino el jueves 7 de octubre.

“Hice la promesa de hacer esta peregrinación en bicicleta, al cumplirse el 5to. aniversario del fallecimiento de mi padre, quien era muy devoto de la Virgen de Luján. Lo empecé el martes 5 de octubre saliendo desde la parroquia de Diamante a las 8.00 con la bendición del padre Marcelo. Ese día hice 190 km. con diferentes paradas y llegué a Gualeguay a la tarde noche, donde me alojé en la casa de un amigo, pasé la noche y al otro día emprendí el viaje con destino a Ceibas. En ese tramo, tuve un viento fuerte y en contra, me costaba avanzar, sentía el cansancio en mis piernas, pero gracias a Dios, lo pude lograr. No estaba preparado al 100% físicamente, pero sí lo estaba mentalmente porque quería cumplir la promesa, así que llegué a Ceibas y me hospedé en la sede de Gendarmería, donde fui muy bien atendido. De allí me quedaban 43 km. hasta Zárate, transité por la Ruta 14 que por el feriado largo había mucha circulación, por lo que seguí con mucho cuidado y llegué a destino. Durante el camino fue haciendo diferentes paradas para hidratarme, alimentarme, porque hay un desgaste físico enorme, también sacaba fotos y leía los mensajes que iba recibiendo, los que me fueron motivando en todo momento, porque hubo un tramo en que me quebré y quise abandonar, pero la fe en Dios y la promesa a mi padre, me ayudaron para continuar”.

– ¿Cómo fue el resto del trayecto y la llegada a destino?

– En Zárate me estaba esperando un amigo, que está radicado allí, pero es oriundo de Diamante, quien me acompañó en su vehículo en el último tramo que me quedaba, que son unos 52 km. y llegué a destino el jueves 7 de octubre a las 16.00. Cuando vi la Basílica me emocioné y me quebré, se me pasaron muchas cosas por mi mente y estoy seguro que el acompañamiento de la gente con los distintos mensajes que iba recibiendo, fueron una parte fundamental para alcanzar este desafío. Por ello, el agradecimiento a cada persona que me apoyó con sus palabras.

Un grupo de amigos de “Diamante Mountain Bike”, llegó hasta el lugar para buscarme, pasamos un lindo momento allí y luego emprendimos el viaje de regreso a nuestra ciudad, donde me esperaba mi familia.

Fueron momentos de mucha emoción los que fui vivenciando en todo el recorrido, que no fue fácil, pero primó por sobre todo la fe, el esfuerzo, por lo que estoy muy contento de haber podido cumplir esta promesa.

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