Galarza: Aniversario de la creación de la Escuela de Educación Integral Nº 24

Este jueves 30 de noviembre se conmemora el 30º aniversario de la creación de la Escuela de Educación Integral Nº 24 “Elba del Carmen Blanco” de General Galarza y la comunidad compartirá el acto protocolar donde se hará el reconocimiento a los distintos grupos de trabajo que a lo largo de estos años fueron forjando el destino y crecimiento de la entidad.

En la jornada se harán presentes las banderas de ceremonias y la participación del Cuerpo de Escoltas de los Granaderos “Gral. San Martín” y tras el arrío del emblema nacional se entonarán las estrofas del Himno Nacional y la Marcha de Entre Ríos, interpretadas por los integrantes de la Banda del Regimiento de Tanques Nº 1 de Villaguay. Posteriormente se brindarán palabras alusivas, también se hará una breve reseña histórica de la institución homenajeada que incluirá la proyección de imágenes, culminando la celebración con diferentes representaciones de los chicos de la entidad educativa.

Cabe mencionar que en la edición Nº 1.589 de esta hoja, hicimos un repaso sobre la actualidad del establecimiento en una entrevista realizada a la directora a cargo Sonia Dubs, quien comentó acerca de los proyectos en marcha.

Hoy más de 30 alumnos son parte de las actividades diarias, otros también participan de los talleres de Panadería y Reciclado y hacen tareas de jardinería y huerta, fomentando de esta manera que los chicos tengan una oportunidad laboral para que puedan desenvolverse en la vida y logren su autonomía y por eso son importantes las herramientas que los docentes, profesionales y personal de la entidad les van brindando en cada ciclo.

Asimismo, es destacable la tarea de los integrantes de la Comisión Directiva de la Asociación Cooperadora, porque permanentemente están acompañando y colaborando con las inquietudes y necesidades que se van presentando en la institución, tanto para el mantenimiento edilicio como en la adquisición de materiales.

 

Historias de vida…

En el marco de este nuevo cumpleaños de la escuela, podemos mencionar varias historias de vida que se fueron dando a lo largo de este tiempo y una de ellas fue vivida por la ex docente Nelly Amarillo, quien hace 29 años que es parte de la Cooperadora, ya que su hijo junto a otros chicos del pueblo, fue uno de los primeros alumnos.

En una charla amena con El Observador, ella contó que “hubo un grupo de gente, entre ellos una familia que tenía un hijo con síndrome de down que tiene casi la misma edad que el mío, que vio la necesidad de crear una escuela para la formación y educación de los chicos con discapacidad de la localidad, por lo que se reunieron y empezaron a trabajar en la propuesta. Esto no fue fácil y hubo mucho esfuerzo de cada uno de ellos para que el proyecto se pudiera concretar. Me integré a la Cooperadora al año siguiente que se creó la institución y acompañando a mi hijo en todo momento. Siempre consideré que el propósito de la escuela es formar a sus alumnos para que sean personas independientes y puedan integrarse a la sociedad. Mi hijo con el apoyo permanente lo logró y hace 17 años que a través de un convenio de integración, realiza tareas en una planta láctea de la comunidad. Me preocupé por la lecto-escritura y hoy me puedo comunicar con mi hijo porque lee y escribe, siempre estuve atenta a lo que se le enseñaba y a la formación que recibía y desde mi lugar sigo con el seguimiento y las recomendaciones diarias. Es por eso, que si los papás creen que la escuela es un lugar para dejar a sus hijos y tener ellos unas horas de tranquilidad, están equivocados porque deben preguntar e interesarse lo que aprendió, porque el maestro solo no puede hacer una enseñanza individual y menos con un chico con discapacidad.

Cuando Dios nos elige para enviarnos un hijo con síndrome de down o con alguna discapacidad, los primeros meses son de mucho dolor y yo lo tuve, pero después fui aprendiendo y me hice el tiempo para ayudarlo, donde no es importante la cantidad de horas, sino la calidad del espacio que les brindamos, es enseñarles lo básico, la conducta y la responsabilidad dentro de la casa. Además en la actualidad no se mide la discapacidad, sino que se mide la capacidad de un ser humano. Hoy me preparo para el festejo con alegría, con el deseo de que sea inolvidable y la satisfacción que el acto se cerrará con la participación de la Peña Folclórica ‘El Zorzal’ de la cual mi hijo Mariano forma parte… Un ex alumno acompaña a su escuela como un joven integrado a la sociedad…”.

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