Francisco y la tolerancia cero contra los abusos en la Iglesia

En la apertura de la cumbre antipederastia, el Papa fue claro en cuanto a su postura: escuchar a las víctimas y pedir perdón.

Llegó el día: 21 F. La apertura de la cumbre antipederastia presidida por Bergoglio. Él sabe que sé y sé que él sabe que es un ser a quien no lo traicionan la ansiedad ni los nervios. Jamás lo van a superar las expectativas de los demás. Francisco obedece a Dios, no a las presiones. Hablo de oír al otro, a los que quedaron niños pidiendo justicia por los abusos de los curas. Este es el papado del apostolado de la escucha. El padre Jorge lo transita con un oído en el pueblo y el otro en el evangelio.

El Aula Sinodal solo se abre para eventos especiales. Estaba repleta con los 190 participantes de los cuales 114 son los obispos presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo. Sin que le tiemble la voz y con mirada seria empezó diciendo que ante los abusos sexuales ha decidido interpelarlos a todos. No es aconsejable estar en el lugar de la mirada seria de Bergoglio. Es un momento que no es para envidiar.

Allí quedó claro: no hay que excusarse, ni huir por la tangente alegando que los abusos también suceden en otros ámbitos. Ese mito de la iglesia sin mancha ni arruga, definitivamente, quedó sepultado en el pasado. Esto quiere decir que la verdadera historia de la iglesia, no la escriben solo ellos, sino los testimonios de los Santos, Santas y todos aquellos que son parte del pueblo de Dios. Lo cierto es que la imagen del prestigio de la iglesia está dañada. Este es el tiempo de reparar. Por eso se habla de tolerancia cero. El único que dio este paso en la historia del Vaticano fue Bergoglio, a quien no le faltó coraje para seguir adelante.

La cumbre cuenta con la presencia de 190 participantes.

Gloria, Gozo y dolor. Este es una etapa dolorosa, de sentirse avergonzados, de pedir perdón. Las medidas para combatir esta plaga bacteriana de la pedofilia empezaron a tomarse. Así fue que Francisco les entrego a los participantes 21 medidas posibles, entre las cuales se propone una“evaluación psicológica por expertos calificados” a los aspirantes al sacerdocio, hasta el “protocolo específico para el manejo de las acusaciones contra los obispos”.

No escapó un punto crucial: tomar conciencia de que el traslado de sacerdotes acusados de abusos fue durante años una práctica común para encubrir sus delitos. Quedó más claro que el agua, que el agua clara, acompañar, proteger y cuidar a las víctimas, ofreciéndoles todo el apoyo necesario para su completa recuperación. Una frase del arzobispo de Malta, Charles Scicluna, quedó rebotando en cada uno de los presentes: “Daremos nuestras vidas por las víctimas de la pedofilia en el clero”. Lo prometió y es un hombre de palabra. Su objetivo es comprometerse, demostrar que la comunidad de fe confiada a la tutela de los obispos tiene que saber que hacen las cosas en serio.

Inauguración de la cumbre antipederastia en el Vaticano.

Monseñor Scicluna es el fiscal Vaticano de temas de abusos. Recuperar la confianza, inspirarla es una de sus metas. Aspira con la mejor intención para que se los conozca como paladines de la seguridad de los hijos y jóvenes. El arzobispo de Malta es uno de las autoridades que más víctimas oye. Por eso “en cada encuentro descubrí que ese es un lugar sagrado como Jesus en la cruz”. Llegó la hora de rendir cuentas (Fuente: Crónica).

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