Filman pelea de presos que se enfrentan con armas blancas

En marzo, y de forma inentendible, Rubén Alejandro Rodríguez de Armas escapó de la Unidad Penal 2. Lo bizarro de esta historia es la manera en que lo hizo: trepó el murallón sobre calle Tala y un auto lo pasó a buscar 20 minutos después. ¿Quién es este delincuente?

Es uno de los integrantes de “La Banda de los Uruguayos”, una asociación ilícita dedicada al tráfico de estupefacientes, falsificación de moneda y lavado de activos, al que se lo procesó por el uso de documento público adulterado o falso de los destinados a acreditar la identidad de las personas.

Había sido atrapado en Gualeguaychú el 1 de junio de 2018 en un despliegue que realizó la Prefectura, que culminó con seis detenidos en cinco allanamientos. Pero menos de un año después, el sábado 30 de marzo a las 11.30, Rodríguez de Armas escapó.

Por esta fuga hay abierta una investigación penal en la Fiscalía de Gualeguaychú, a cargo de Lucrecia Lizzi, y desde la dirección del Servicio Penitenciario de entre Ríos está en marcha un sumario para establecer responsabilidades. Entre ellos fueron notificados los responsables, entre los que se encuentra el director y subdirector de la UP2.

Pero un mes después a ocurrido este escándalo, una pelea originada entre presos de los pabellones 5 y 6 dejó como consecuencia la muerte de un preso de 23 años, que recibió un “facazo” en la cabeza.

Hugo Acosta había resultado gravemente herido tras una pelea originada el miércoles 8 de mayo en el patio de la Unidad Penal 2 de Gualeguaychú. Fue uno de los tres presos que resultaron heridos con armas blancas caseras. Dos de ellos fueron alojados en la Sala 4 y regresaron a su alojamiento en la cárcel menos de 24 horas después, pero Acosta había sufrido un traumatismo de cráneo que había originado una hemorragia y daño cerebral; y por ello su estado era muy delicado desde su ingreso.

Este caso también originó dolores de cabeza para las autoridades carcelarias, que trataron de poner paños fríos a la situación aludiendo que la víctima era una persona muy conflictiva que ya había tenido problemas en otros establecimientos penitenciarios.

Ahora ocurrió un nuevo episodio, que volvió a sacudir la “paz” de la Unidad Penal 2. Manejar a personas que se encuentran privadas de su libertad y que en sus prontuarios aparecen todo tipo de delitos, no es tarea fácil y mucho más en esta época de modernidad donde pareciera que se hace prácticamente imposible bloquear el ingreso de telefonía celular a las cárceles.

El viernes por la noche, cerca de las 20, se realizó una requisa en el pabellón de internos federales a raíz de la viralización dentro de la propia cárcel de un video que fue grabado el día anterior, cuando dos presos del pabellón 2 se cruzaron en una pelea.

La requisa apuntaba a dos cuestiones: tratar de sacar de circulación los teléfonos que guardan los presos y de esa forma lograr que el video saliera a la luz.

El Día

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