Feliciano: Destacan los resultados de la Casa del Estudiante en Paraná

Se sabe que, en los tiempos que corren, se hace cada vez más difícil para una familia entrerriana enviar a sus hijos a la universidad. Por esta y otras razones, desde hace algunos años funciona en calle Urquiza 1251 de Paraná, la Casa del Estudiante que alberga a jóvenes felicianenses que sueñan con hacer su carrera y obtener su título. Esta iniciativa se concretó en el final de la primera gestión del intendente Osvaldo Viano y era un proyecto que formaba parte de su plataforma política. Para conocer un poco más sobre el funcionamiento de dicha entidad, Emanuel Chabert, integrante de la misma, dialogó con El Observador: “Yo estoy hace 5 años viviendo en ese lugar. No en forma continua, porque hace algún tiempo empecé a trabajar en Feliciano y viajo para poder concluir mi carrera de Profesor de Química. El primer año, la casa comenzó a funcionar con 17 chicos, para luego llegar a 21, que es el límite de estudiantes que puede albergar. Realmente tenemos todas las comodidades que necesitamos para poder llevar adelante nuestros estudios, servicios como agua caliente, iluminación y habitaciones confortables”.

Los chicos que habitan este hogar, estudian las más variadas carreras universitarias. Desde Ciencias Económicas, pasando por Criminalística, Profesorado de Historia, Trabajo Social, hasta abogacía. Para acceder a esta oportunidad, debieron cumplir con algunos requisitos. Chabert lo explicó de esta manera: “Cualquier joven que finalice los estudios secundarios puede inscribirse en ‘La Casa de la Cultura’, dejando los datos correspondientes. Luego, personal idóneo evalúa las solicitudes, teniendo en cuenta el desempeño en las escuelas secundarias. No es sólo eso, pero tiene un peso importante. Por lo general, son los abanderados y escoltas quienes tienen más posibilidades. Otra cuestión determinante, es la situación económica de las familias. Que los padres no puedan acceder a pagar un alquiler para que su hijo estudie en otra ciudad”.

Una vez que ingresaron, los jóvenes deben acatar ciertas reglas para poder permanecer en la casa: “Lo más importante, es que hay que estar al día con la facultad. Tenemos que cumplir con una cierta cantidad de materias en el año para comprobar que estamos estudiando. Por lo general, se trata del 60% de las asignaturas cursadas, pero a veces eso se puede modificar puesto que se considera la complejidad de la carrera. Otra condición, es el comportamiento dentro del hogar. Hay un reglamento, pero prima el sentido común. Nadie está sujeto a horarios de ingreso o salida, puesto que cada uno tiene llaves. Pero no está permitido alterar el ritmo de vida dentro de los parámetros que se denominan normales. Para ser más claro, no hay problema en que alguien regrese a la casa a las 4.00 de la madrugada, en tanto y en cuanto no prenda todas las luces, ponga música y despierte a todo el resto”.

Por último, dejó una reflexión: “Feliciano debe estar orgulloso de contar con un lugar así para quienes quieran cursar sus estudios en Paraná y sus alrededores. Es muy probable que muchos de nosotros, sin la Casa del Estudiante, no podríamos cursar los estudios terciarios”.

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