Fátima Heinze: “Nos sigue faltando a los argentinos tomar conciencia de la necesidad de donar órganos”

Según estadísticas a nivel mundial, uno de cada 2.500 niños nacidos vivos, pueden contraer fibrosis quística, una enfermedad causada por un gen defectuoso que lleva al cuerpo a producir un líquido anormalmente espeso, que se acumula en las vías respiratorias de los pulmones y en el páncreas. Esta situación ocasiona infecciones potencialmente mortales.

En Entre Ríos, con campañas de prevención y ayudas a familias afectadas con la enfermedad, viene teniendo una destacada labor la Asociación Alguien Como Yo FQ (Fibrosis Quística), dirigida por Fátima Heinze, quien recordemos el 7 de junio de 2014, recibió un trasplante bipulmonar debido a esta enfermedad, después de haber estado en grave estado. “Si bien hay un tratamiento exigente y se puede reducir el avance de la enfermedad, todavía no existe la cura. Un último recurso es el trasplante bipulmonar, porque si trasplantamos un solo pulmón, el que está enfermo que tiene las bacterias contagiará al otro que está sano” explicó la dirigente, quien nuevamente destacó la importancia de concientizar sobre la donación de órganos, que “salva vidas”. 

Heinze, en diálogo con Valeria Torresín (FM Latina 97.5), expresó que “en mi caso, me detectaron la enfermedad cuando tenía solamente 8 años. Hasta ese momento, me estaban tratando erróneamente de asma. Estuve internada muy grave, hasta que me derivaron al Hospital de Niños de Buenos Aires, donde dieron con el diagnóstico. Me fui el 26 de mayo de 2014 y regresé el 6 de septiembre de ese año. Desde el 29/5 estuve en emergencia nacional, el 4 de junio hubo un operativo fallido, por lo que me conectaron a un pulmón artificial y me daban 20 días aproximadamente para que llegue el órgano, porque ese equipo tiene un efecto secundario, que es que se empiezan a deteriorar otros órganos. El 6 de junio me hicieron una traqueotomía, me sacaron el respirador de la boca y a la noche me despertaron y me dijeron que había un donante en puerta y que mis pulmones llegaban al Hospital Favaloro. Ingresé a las 2.30 de la madrugada del día siguiente a quirófano y salí a las 13.30. Tuve una hemorragia muy grande, por lo que me regresaron a ese lugar y tres días después desperté, con mis padres y mi hermano al lado y ahí, empezó la recuperación. Fue muy difícil, porque pesaba solamente 30 kilos y tenía 28 años. Estaba totalmente desnutrida, mi salud estaba deteriorada. Viví dos meses en Buenos Aires para los controles pertinentes, tuve que aprender a caminar, porque no tenía músculos, tuve que aprender a comer (por la traqueotomía), también a hablar. Para mí, fue como volver a nacer. Cuando me dieron el alta tenía ataques de pánico, pero me recuperé muy bien. A los pocos meses, el 15 de enero, estaba bailando en los carnavales de Hasenkamp. Con esto quiero decir que se puede, que la recuperación es viable. Hoy tengo una vida normal, activa socialmente, puedo hacer todo lo que no podía y que son las cosas cotidianas de cualquier persona. Lógicamente tomando la medicación y haciendo los controles respectivos.

– Días pasados falleció un crespense, padre de 3 hijos, mientras estaba en emergencia nacional, esperando un trasplante de pulmones, que no llegaron…  

– Estamos todos muy tristes por lo que le ocurrió a Ariel (Medina). Nos sigue faltando a los argentinos tomar conciencia de la necesidad de donar órganos. Tenemos que ponernos más en los zapatos de los pacientes y no como donantes, porque no estamos llegando con ese mensaje tan importante. Hay que seguir difundiendo y con un trabajo de hormigas para reducir esa lista de personas en lista de espera y para que no haya más Ariel. Vemos notas de padres, hijos, familiares que piden, siempre lo vemos tan lejano, como que a nosotros no nos va a tocar, pero cuando llega el día que te toca la puerta, te das cuenta de la importancia de donar…

– ¿Por qué cree que hay gente que no se decide a donar los órganos?

– Porque lamentablemente hay muchos mitos y porque existe mucha falta de información. Muchos creen que a la persona que dona le vacían el cuerpo y no es así, solo se extraen los órganos que son viables para trasplante y que son tan necesarios para otras personas. Todas estas cosas hay que hablarlas en nuestras familias, de lo importante que significa registrarnos como donantes y hagamos campaña todos, compartiendo en las redes sociales y hablando sobre lo fundamental que es este acto tan generoso.   

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