Familias que luchan y siguen adelante. Esta semana la historia de Facundo Cárdenas

flia Cardenas [1600x1200]6Desde hace varios años, El Observador viene publicando historias de vida de familias que fueron y son ejemplo de lucha, esfuerzo y fortaleza y de personas que tuvieron obstáculos en el camino y que con deseos de superación, pudieron sobrellevar esas dificultades propias que la vida les deparó. En esta edición, hacemos referencia al caso de Facundo Cárdenas (7 años), quien después de 2 intervenciones quirúrgicas en el corazón, trata de salir adelante, con el acompañamiento de sus hermanos Gimena (10) y Ariel (19) y de sus padres José Luis y Viviana de Cárdenas.

La mamá explicó que “la primera cirugía fue hace más de 4 años y 2 años después, le hicieron la segunda, donde le colocaron una válvula mecánica, que le permite estar anti-coagulado”, que es un tratamiento realizado para evitar el proceso de formación de trombos (coágulos) que obstruyan las arterias, las venas o el corazón. Detalló que su hijo nació con una cardiopatía congénita, señalando que “el embarazo fue normal, no tuve síntomas de nada y según me explicaron los médicos, se da por malformaciones propias del bebé”.

Después de esta segunda operación, cada 15 días, “Facu” debe ir a Paraná a realizarse un control hematológico. “La válvula mecánica que le colocaron, debe ser controlada permanentemente y hay que cambiarla mientras se desarrolle su crecimiento. En 5 años debería volver a ser operado, cuando llegue a los 12” comentó Viviana, quien narró que “la obra social que tenemos, me cubre poco y nada. Lo llevamos al Hospital San Roque, donde nos han atendido siempre muy bien. Facundo tiene una pensión (certificado de discapacidad) y estamos tramitando una ayuda del PROFE (Programa Federal de Salud. En este momento, el único que trabaja es mi marido, mi hijo mayor hace changas y si bien colabora, lo que gana es para sus gastos. Yo además de las tareas de la casa, siempre estoy vendiendo pastelitos, cosméticos y la gente colabora. Les agradezco a las personas que me ayudan sin criticar y entienden mi situación, porque al no trabajar como antes, no es la misma plata la que entra y no entienden que las cuentas hay que pagarlas. Nunca usé el nombre de mi hijo para sacar ventaja”.

Sobre el tratamiento, dijo que “debe cuidarse de por vida, tiene medicación diaria y no sufrir golpes, ya que no puede sangrar. Su alimentación también es cuidada, con poca sal, como una persona hipertensa. Por el resto, hace una vida normal, no obstante, no es fácil como mamá, porque una siempre está permanentemente con miedo, ya que tiene solamente 7 añitos y está expuesto a una caída, a un golpe… Tuve que recurrir a un psicólogo, porque vivo con temores, no lo dejo hacer nada por miedo a que le pase algo, pero es un nene que no se le puede cortar las alas, que tiene que crecer y hacer su vida”.  

– ¿Puede hacer deportes…?

– Próximamente tendremos un turno en el Hospital Garraham (Buenos Aires), donde le harán una ergometría, para ver si puede llegar a hacer algún deporte o no. En este tiempo, ha tenido muchos avances y para muchos, lo de él es un milagro. El mismo cirujano me dijo que le sorprendió que después de una cirugía a corazón abierto, que salió con marcapasos, respirador y demás, antes de las 24 horas estaba sentado en la camilla, pidiendo yogurt y vainillas… El médico me dijo: “Señora usted es creyente: porque lo de su hijo es un milagro”. Y creemos que sí, nosotros somos católicos, nos hicimos devotos a la Madre Maravillas. Le tenemos mucha fe y puedo creer que es milagroso lo que pasó… Somos católicos, pero no niego ninguna religión, ya que tenemos un solo Dios. Mucha gente, que no tiene mi religión, sé que en su ideología, oró por mi hijo y nos acompañó, lo que nos dio una gran fortaleza para salir adelante…