Familias que luchan y siguen adelante. Esta semana la historia de Adriana Ceballos

Adriana Ceballos [1600x1200]El Observador presenta desde hace varios años, una sección con historias de vida, de familias que fueron y son ejemplo de lucha, esfuerzo y fortaleza y de personas que tuvieron obstáculos en el camino y que con deseos de superación, pudieron sobrellevar esas dificultades propias que la vida les deparó. Esta semana hacemos referencia a Adriana Ceballos de Schonfeld, a quien se le detectó un tumor en la columna, pero gracias a los tratamientos médicos y a una intervención quirúrgica, se repone favorablemente.

En diálogo con Valeria Torresín, conductora del programa “Crespo en Vivo”, que se emite de lunes a viernes a partir de las 19.00 en Canal 2 CVC, Adriana explicó que “siempre tenía dolores en las piernas, en un primer momento pensé que era por el sobrepeso, hasta que empecé a notar que no tenía fuerzas si caminaba mucho o si me sentaba, me costaba levantarme. Consulté con un traumatólogo, quien al verme, inmediatamente me mandó a hacer una resonancia. Recuerdo que me dijo: ‘esto es más grave que un problema de sobrepeso; aparentemente es un granuloma (dentro de la columna)’, por lo que me derivó con un neurocirujano. Hago la consulta con este especialista, quien descartó lo primero, pero me hizo nuevos estudios para determinar qué era lo que me presionaba los nervios de las piernas, que finalmente se comprobó que era un tumor”.

Adriana Ceballos 2 [1600x1200]En su camino, Adriana se encontró con otro duro escollo. “Cuando empecé los trámites para operarme, me recetaron un calmante, uno cada 24 horas, que eran muy fuertes. Pero luego de una de las aplicaciones, me surgió una necrosis (muerte patológica de un conjunto de células y/o tejidos), por lo que antes del tratamiento de la columna, debieron operarme, en 2013, para resolver primero este problema”.

Luego de la correspondiente curación y recuperación, el pasado 17 de noviembre entró nuevamente al quirófano, donde le rescataron el tumor. “Recuerdo que el médico, una vez terminada la operación, me dijo: ‘he tratado muchos casos como éstos, pero un tumor tan grande como éste, nunca vi’ y se asombraba que todavía podía caminar. Lo importante es que no era maligno, así que ahora estoy en plena etapa de recuperación, que me cuesta muchísimo, porque nunca estuve así, en la cama, siempre pude ser autosuficiente, cosa que ahora no puedo”.

Adriana expresó su agradecimiento a quienes la ayudaron, en especial a su familia y a Dios, “que estuvo todo el tiempo conmigo”. Acotó que “conozco a personas que las habían operado de algo similar y realmente no habían quedado bien. En toda la etapa previa me dijeron muchas cosas, una por ahí decía también ‘no me voy a operar, así por lo menos camino’, pero todo salió bien” destacó.

Sobre el tratamiento, expresó que “tengo que usar un corset (ortopédico), porque la columna tiene que estar firme, para que no haya problemas con la prótesis que me colocaron. En las próximas semanas me harán nuevamente una resonancia para ver cómo sigue… Por lo pronto, no puedo hacer ninguna actividad, sólo mandar, no puedo cocer, tejer, nada de nada”.

Adriana, con 57 años, en el final de la nota y a modo de reflexión dijo: “La vida no me debe nada, ya fui madre, abuela, fui y soy feliz. La vida me dio todo esto, así que con esa consigna, afronté este difícil momento. Si hubiese tenido a mis hijos chicos, quizás era diferente mi pensamiento. La recomendación que le hago a quien tenga un problema de salud similar, que concurra al médico. Y hay que confiar en Dios, aferrarse a él y tener la contención familiar, que es fundamental para poder luchar y salir adelante”.

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