Familias que luchan pero siguen adelante: Hoy la historia de Zaira Chaparro

ZairaDesde hace varios años, El Observador viene publicando historias de vida de familias que fueron y son ejemplo de lucha, esfuerzo y fortaleza y de personas que tuvieron obstáculos en el camino y que con deseos de superación, pudieron o intentan sobrellevar esas dificultades propias que la vida les deparó. Esta semana dialogamos con Juan Chaparro, el papá de Zaira Chaparro, quien tiene 3 añitos y sufre de mielodisplasia, que es una enfermedad que se genera porque la médula ósea no funciona normalmente y no se produce la suficiente cantidad de glóbulos rojos que el organismo necesita.

Chaparro explicó a El Observador y Canal 6 ERTV que su hija “está necesitando un trasplante de células madres de la médula ósea. Mientras tanto, se les están transfundiendo plaquetas (células de sangre) dos veces por semana y se le brinda la correspondiente medicación, para aumentar sus defensas. Por otra parte, debe estar controlada de manera permanente, ya que en ella, siempre está latente el riesgo de infecciones o de hemorragias internas”. El padre de la niña acotó que “en este tiempo hemos recibido innumerables llamadas de amigos, familiares, conocidos y otros que no conocemos, con la intención de ser donante de Zaira. Hay un grupo que trabaja con el Hospital San Roque y en el San Martín de Paraná, que están ligados a personas que también han tenido similares inconvenientes de salud con sus hijos y con necesidad de un trasplante. Hay bancos de datos y un listado de quienes serían los posibles donantes de Zaira, que inclusive pueden ser de otras partes del mundo. Son momentos difíciles que estamos pasando, pero tenemos el acompañamiento de la gente, en Buenos Aires (Zaira es atendida en el Hospital Garrahan), al principio nos sentíamos muy solos, no conocíamos a nadie, tuvimos que aprender a manejarnos con los horarios de los colectivos, por lo que toda ayuda que uno recibe, siempre es muy importante”.

– ¿Cómo y cuándo descubren la enfermedad que tiene su hija?

– Ella fue a un control pediátrico, porque nos llamaba la atención la cantidad de hematomas que tenía en las piernitas y en algunas partes del cuerpo. En el Sanatorio Adventista del Plata, el médico que nos atendió, rápidamente nos puso en contacto con otros profesionales… Desde el primer momento hasta el día de hoy, hemos visto que no se ha perdido el tiempo en ningún caso, continuamente los doctores estuvieron controlándola, haciendo los estudios correspondientes. Tanto en el Sanatorio Adventista como en el Instituto Privado de Hematología y en el ‘Garrahan’, hemos quedado sorprendidos por la atención médica que tuvo Zaira y por la contención que nos dieron. Ir a Buenos Aires nos asustaba, pero les digo que si tienen que concurrir por algún motivo al ‘Garrahan’, que lo hagan tranquilos, porque quienes atienden son muy profesionales y se nota que lo hacen de vocación. Es una atención de primera…

– ¿Se la controló también a la hermanita de Zaira, por si podía tener igual enfermedad?

– La han controlado a Abigail, porque los médicos querían ver si no había un agente externo que la podría haber afectado, pero no tiene la enfermedad. Ella ha viajado con nosotros, en una de las última ocasiones, para ver si era un donante compatible de su hermana, pero no lo es…

– La comunidad de General Ramírez y de localidades vecinas, como Crespo, están acompañando a su familia. ¿Qué mensaje les daría?

– Primero, agradecerles profundamente por lo que hacen por nosotros. Cuando un hijo está en una situación como la que está pasando Zaira, uno piensa en Dios y se pregunta sobre porqué suceden todas estas cosas. Pero sabemos que Dios existe, que hace milagros… En estos momentos difíciles, a la contención que necesitamos, precisamente la tenemos en Dios y también en toda esa gente buena que nos alienta, nos acompaña y nos ayuda. Son los momentos en los que uno más necesita de ese apoyo. De nuestra parte, tenemos esperanzas y fundamentalmente mucha fe de que vamos a salir adelante.