Familias que luchan pero siguen adelante. En esta edición, la historia de Lorena Bauer

Lorena [1600x1200]El Observador sigue publicando historias de vida de familias que fueron y son ejemplo de lucha, esfuerzo y fortaleza y de personas que tuvieron obstáculos en el camino y que con deseos de superación, pudieron sobrellevar esas dificultades propias que la vida les deparó. Esta semana hacemos referencia a la historia de Lorena Bauer (34 años), a quien se le detectó “encefalitis viral”, que es la inflamación del cerebro, causada por un virus, que una vez adentro de la sangre, comienza a multiplicarse.

Lorena (casada, una hija de 3 años y que trabaja en un banco de la ciudad), explicó a este medio que “venía teniendo distintos problemas menores de salud. En principio determinaron que sufría de una gastroenteritis, con vómitos, por lo que tuve que ser internada, ya que no toleraba ni el agua, ni ningún alimento, pero finalmente fue una encefalitis. En realidad, mucho no recuerdo, ya que me quedó como una amnesia, de 3 días, así que no tengo presente lo que hice y lo que me pasó durante ese tiempo”.

Comentó que “en el Sanatorio Adventista del Plata, los médicos me preguntaban en qué fecha estábamos y no les podía contestar, fue un alerta de que algo no estaba bien. Aparentemente estaba baja de defensas, que puede ser a causa del ritmo de vida que llevaba, por el estrés y demás. Primero evaluaron si no tenía meningitis y con una punción lumbar, se determinó finalmente lo de la encefalitis”. Para corroborarlo, precisamente a través de dicha punción, se extrae líquido cefalorraquídeo (el que lubrica al cerebro), que es sometido a pruebas de laboratorio. La gravedad de cada caso, depende del virus que esté afectando a la persona y la rapidez en que recibió la misma el tratamiento. En muchos casos, la persona hace una recuperación completa y en otros, puede quedar con diversos grados de daño cerebral.

“Hay gente que no se despierta, que queda en coma o con secuelas. En mi caso, llegué justo con el tratamiento” dijo Lorena, quien contó que “hoy tengo una vida normal, volví a trabajar y solamente tengo que realizarme controles periódicos. Son momentos difíciles, en los que se valora la vida, las pequeñas cosas que hay que disfrutar y te das cuenta que en un ratito, puede cambiar tu vida rotundamente”.