Familia Gill: A 20 años de su desaparición, continúa el misterio

A 20 años de la desaparición de la familia Gill, la Justicia de Garantías de Nogoyá aumentó el monto de la recompensa a $9 millones por información sobre el paradero de los entrerrianos.

El matrimonio integrado por Rubén José Gill (54 años) y Margarita Norma Gallegos (25 años), junto con sus hijos María Ofelia (11 años), José Osvaldo (9 años), Sofía Mercedes (7 años) y Carlos Daniel (3 años), fueron vistos por última vez el domingo 13 de enero de 2002 en la ciudad de Viale. Desde aquel momento, el misterio de su desaparición continúa vigente.

Canal 6 ERTV dialogó con una sobrina de la familia, Carina Gil, quien detalló que “hace 20 años que no se sabe absolutamente nada y ojala que este nuevo incentivo, por así decirlo, traiga buenas noticias y que alguien quiera hablar, decir si saben lo que pasó. Son un montón de preguntas que pasan por nuestra cabeza como familia”.

¿Observaron una situación que les preocupara como para decidir irse?

-En mi casa se hablaba de que no, nunca escucharon nada. Jamás mi tío dijo si tuvo inconvenientes con el patrón o si tenía problemas con su esposa. Sabíamos que a mediados de enero salían de vacaciones, pero se los vio por última vez el 13 de enero en un velorio en la ciudad de Viale. Nosotros íbamos a pasar fin de año con ellos en su casa y por cuestiones laborales en ese momento no se pudo. Después de fin de año los llamamos para saludar y en febrero me vuelvo a comunicar pero de ahí en más el teléfono llamaba y entraba el contestador para dejar el mensaje. No tuvimos contacto nunca más.

¿Quedaron sus pertenencias en el lugar?

-Sí, todo quedo ahí. Ellos no tenían auto, eso quiero aclarar, porque se dijo en su momento que se los había visto en un auto, pero solamente tenían bicicletas. Nosotros nos enteramos de que mi tío no estaba en su casa porque el dueño del campo fue para Pascuas a preguntar qué pasaba con mi tío que no volvía de las vacaciones. Como no nos podíamos comunicar, pensamos que se le pudo haber roto el teléfono y por eso no contestaban, no teníamos otro medio para contactarnos con ellos.

¿Estuvieron conformes con las tareas investigativas que se llevaron a cabo?

-Los primeros rastrillajes se hicieron muchos meses después y la causa siempre estuvo caratulada como “búsqueda de paradero”, entonces al no tener otro nombre se demoró muchísimo. También hubo muchas trabas en el camino hasta que aceptaron a mi tío como querellante, porque no bastaba con presentar un certificado de nacimiento. Quiero pedir que si alguien sabe algo, por favor que colabore con datos, lo que sea puede servir. Sé que estamos en un tiempo muy complicado, donde todo nos genera miedo e incertidumbre, pero por favor tengan empatía con la familia.

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