Familia de Crespo vendía una bicicleta por Internet y casi termina estafada

En 2022, las denuncias por estafas virtuales tuvieron un aumento cercano al 200% en Argentina con relación al año anterior, revela un informe elaborado por el Observatorio de Cibercrimen y Evidencia Digital en Investigaciones Criminales de la Universidad Austral. En Crespo y la zona hubo algunos de estos hechos y decenas de intentos, con estafas que no prosperaron, como ocurrió esta semana con una familia crespense, que en diálogo con Canal 6 ERTV detallaron: “Habíamos publicado la venta de una bicicleta usada de mi nena, a muy bajo costo, $ 6.000; se contacta una persona por Messenger de Facebook, con el nombre de Gerardo Toledo, quien dice que era camionero de Crespo y que estaba interesado en la misma. Hasta ahí todo bien: nos pide un número de teléfono para llamarnos y acordar la entrega, le pasamos un número celular, se contactan por whats app y nos pide el CBU para hacer la trasferencia. Le preguntamos si no quería verla primero, porque es usada y que tiene sus detalles y nos responde que “es para mi hija, que está enloquecida con la bicicleta, estuvimos viendo otros precios y sale mucho más cara. Es un regalo que le voy hacer, así que pásame el CBU por Mercado Pago y te transfiero”. Se lo pasamos y al rato nos manda un comprobante de una transferencia de $ 60.000, de un banco que la verdad nunca lo había escuchado, Itapú. En el momento que este hombre me dice de hacer la trasferencia sin ver la bicicleta, comenzamos a sospechar y cuando nos manda un comprobante con $ 60.000, en vez de $ 6.000, dijimos ‘esto es una estafa’, teniendo en cuenta que sabíamos de casos similares”.

“Me llama desesperado, diciendo que la esposa se había confundido, que había ‘tipeado’ mal el monto, que ella estaba haciendo el reclamo al banco para cancelar la transferencia. Era muy insistente y le digo que se quede tranquilo, ‘porque en mi cuenta no se había acreditado nada todavía y si llegara a acreditarse, le aviso y si usted es de Crespo, le acercamos el dinero y le llevamos la bicicleta; somos gente de trabajo y no le vamos a robar la plata…’ Pasaron unos minutos y me llaman desde otro número, en este caso, haciéndose pasar por personal del Banco Entre Ríos, que habían recibido el reclamo y les digo ‘¡qué eficiencia, tan rápido reclamaron de un banco a otro y en 15 minutos se comunicaron conmigo!!!’. Es increíble la facilidad de palabras que tienen, te van ‘envolviendo’ hasta entrar a tu cuenta y cometer la estafa. Si no hubiese escuchado de casos similares, quizás caía, como le ha pasado a mucha gente… Mi suegro es una persona mayor que lo llamaron en una oportunidad por teléfono y le hicieron sacar un crédito que hasta ahora lo está pagando… Por eso es importante alertarnos entre nosotros, porque en realidad la Justicia no actúa, en su momento judicializamos el caso y quedó en la nada. Internet realmente te expone muchísimo y a veces, uno no tiene conciencia de eso”.