Fabricantes de cerveza artesanal de Crespo explican el “boom” de la actividad, hoy afectada por la pandemia

La fabricación de cerveza artesanal tuvo una gran expansión en los últimos años en Argentina y si bien la pandemia de Covid-19 los afectó, desde el sector se muestran esperanzados que una vez pasada esta situación de emergencia, se seguirá en el camino de crecimiento. Para conocer la realidad de los fabricantes crespenses de este producto, visitaron el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, Virginia Stricker y Damián Dietrich (Der Zug Cerveza Artesanal) y Marcos Alem (Pido Gancho Cerveza Artesanal), quienes dialogaron con El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV.

Dietrich comentó que “si bien hace muchos años que existe la cerveza artesanal, la actividad ‘explotó’ en la década del ‘80, en Estados Unidos, donde se popularizó. En nuestro caso, decidimos probar a hacerla en casa, empezamos con poco y terminamos en un emprendimiento. La cerveza es la bebida más tomada del mundo y cada uno le puede dar su impronta, sorprendiendo al cliente, por eso hay tantos estilos y sub-estilos. En todo el país somos muchos cerveceros, hay una agrupación, con cuyos integrantes, antes del COVID-19, hacíamos peñas e intercambiábamos cerveza”.

Con respecto a la diferencia con la industrial, explicó que “la que elaboramos no está pasteurizada y el proceso, como su nombre lo indica, es más artesanal, se hace con lotes más chicos y con ingredientes especiales. Podemos salirnos de una receta, buscando ciertas texturas, lo que las industriales no lo pueden hacer, porque no les dan los costos”.

Alem detalló que “no obstante, para que la cerveza sea pareja, estandarizamos la producción, se hacen las mismas maltas, más allá de que uno va variando, para que sea más oscura, más fuerte, liviana”.

Sobre cómo impactó la cuarentena, Stricker expresó que “estuvimos un par de semanas parados, hasta que arrancamos con delivery. Desde el 4 de junio tenemos abierto al público como antes, con protocolos, pero por lo menos podemos trabajar, para no vernos tan afectados”.

Dietrich acotó que “el problema es que nuestro mayor mercado, que es Paraná, está prácticamente cerrado. Vendemos en 2 puntos de la capital provincial, cuando antes eran 5”. Explicó que pese a esta situación, los números cierran. “Empezamos con una producción chica, en 2016, con 20 litros y después fuimos agrandando y en 2017, decidimos darle forma. Hoy producimos 2.000 lts. mensuales”.

Alem agregó que “es mucha la inversión, pero cuando uno hace un reconto, se da cuenta que el negocio funciona. Hay interés en la gente por el hecho de encontrar un producto diferente al que ya estaba acostumbrado a consumir. Acá no está de moda aún, pero en algún momento va a llegar la cerveza ácida, que se consume mucho en países como Estados Unidos o Brasil y lo mismo pasa con las cervezas de guarda en barricas de madera”.