Explican sobre peligrosa e histórica bajante del Río Paraná

Luego de haber alcanzado en mayo pasado un mínimo histórico de 14 centímetros frente a la capital entrerriana, el Río Paraná sigue con niveles preocupantes, muy lejos de los valores normales para la época. Según proyecciones de especialistas, la situación no mejoría hasta los primeros meses de 2021.

ING. VÍCTOR: “LOS NÚMEROS QUE MANEJAMOS SON DESALENTADORES”

El director general de Hidráulica de la provincia, Ing. Carlos Alberto Víctor, visitó el “Centro Periodístico de Entre Ríos” en Crespo, donde comentó acerca de la situación que se vive y expresó que “los números que manejamos son desalentadores… Y la situación actual no se recupera con una sola lluvia. Tiene que haber grandes eventos. Además, no toda el agua va al río. Primero va llenando las cuencas tanto superficial como subterráneamente y si las napas están bajas, eso va a absorber la mayoría de lo que llegue”.

El funcionario agregó: “Nuestra prioridad es el agua potable. Hemos hecho algunos trabajos en Victoria y Paraná que toman agua del río. Ciudades más chicas pueden suplir la bajante, pero en estos 2 casos, no. Los paliativos son poner tomas de agua flotantes”. 

ING. BORUS: LLUVIAS MENORES A LAS ESPERADAS

El Ing. Juan Borus del Instituto Nacional del Agua (INA), en declaraciones a Canal 6 ERTV explicó que “en realidad esta situación empezó el año pasado y que no tiene visos de terminar todavía. Las perspectivas que tenemos es que va a continuar de esta manera, llegando a niveles casi tan bajos como los tuvimos a fines de mayo. Los pronósticos climáticos no son alentadores. Pensemos que la bajante se desarrolló en un patrón global normal o neutral, en cambio ahora tenemos perspectivas de ‘Niña’, por lo que se esperan lluvias menores a las normales. Por lo tanto, la disponibilidad de agua en el territorio entrerriano, va a seguir siendo crítica. En cuanto al río, podría darse un agravamiento adicional, con niveles aún menores que esos históricos que tuvimos”.

Sobre las consecuencias que esta situación podría generar, Borus expresó: “Una de las cuestiones que más nos preocupa y por lo cual estamos muy atentos, es por las tomas de agua para el consumo humano. La extracción se ve sumamente complicada, con lo cual en muchos casos las bombas quedan sin la cantidad de agua adecuada para funcionar correctamente. Además, puede darse el problema de la navegación fluvial; la afectación de la fauna íctica y también la inestabilidad de las barrancas, que lo pudimos observar en Diamante. Sabemos que es una bajante extraordinaria, porque cuando uno trata de encontrar algún evento parecido, debemos remontarnos muchos años para atrás para hallar algo parecido. Cuando se analizan las causas, se habla de las represas de Brasil, pero las mismas no generan una bajante, sí tienen capacidad para atenuar los efectos y eso se hizo en 3 oportunidades en lo que va del año, haciendo descargas especiales para mejorar la situación y eso posibilitó que fuera eficiente el transporte por vía fluvial. Eso ahora no es tan posible, porque en los embalses, no quedan grandes reservas”.

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