Explican sobre errores en limpieza de oídos, dolores y pérdida de audición

Visitó el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, el Dr. José Simon (otorrinolaringolo), quien en diálogo con Canal 6 ERTV, entre otros temas, fue consultado sobre los errores que se cometen a la hora de limpiar el conducto auditivo externo (del oído). Al respecto, el profesional explicó que “el cuerpo es muy sabio y tiene ciertas maneras para protegerse. La cera por ejemplo, es como las lágrimas o la saliva, tiene sus beneficios. Por lo tanto, siempre es preferible tener de más que de menos. Si uno la saca con el hisopo continuamente, el conducto se termina resecando. Además, son inevitables las bacterias, por lo que con una pequeña micro-escoriación, puede infectarse…”.

Lavaje de oídos: “No es aconsejable en los adultos y está prohibido en los chicos. Por un lado está generando humedad en un lugar que tiene que estar seco y por otra parte, si el paciente se mueve, puede lastimarlo y generar una infección. Los oídos se limpian con microscopio y con un instrumental especial…”.

¿Es común que pueda entrar un insecto?: “Puede pasar, pero es un rareza, un accidente. Los bichitos de la luz por ejemplo, pueden ingresar cuando uno está en un lugar abierto, pero es muy fácil sacarlo. Tampoco es aconsejable hacer un lavaje de oído en esos casos. Otro consejo es no poner alcohol, porque puede haber algún insecto que tenga patas o garras y lastima y con ese producto, sería peor, porque va a arder. Una recomendación que siempre hacemos es que si no hay un instrumento adecuado, no se intente sacar. Lo debe hacer un profesional…”. 

Pérdida de audición: “Como otras funciones del cuerpo, se va perdiendo por la edad, como pasa con la vista. Así como uno no corre tan rápido como cuando tenía 30 años ni camina tan rápido como cuando tenía 40, el mecanismo auditivo de una persona de 80 no será a la misma velocidad que cuando era más joven. Hay gente que nos dice que oye pero no entiende, lo que sucede es que la velocidad es más lenta. La pérdida auditiva con el transcurso de la edad se llama presbiacusia, que está aumentada por antecedentes laborales, de exposición a ruidos. Insistimos a quienes tienen esos trabajos, usar protección, porque pueden lesionar una parte del oído y ocasionar esa pérdida auditiva… Lo mismo cuando los chicos escuchan música fuerte con los auriculares: se genera primero un cansancio auditivo y después, un trauma acústico…”.