Explican qué es el hipo, qué problemas revela si se hace crónico y cómo tratarlo

El hipo es un sonido que se produce como consecuencia de la contracción brusca, involuntaria e intermitente del diafragma y músculos inspiratorios. Generalmente, es un problema común entre bebés y niños, no grave, pero molesto y que si persiste en el tiempo, obligará a acudir a recibir un tratamiento médico. Cuando el diafragma se altera, hace que entre aire en la garganta de manera repentina, chocando contra la laringe. De esta forma, las cuerdas vocales se cierran súbitamente y surge el característico sonido (hip).

Fuentes médicas consultadas por El Observador explicaron que el hipo se puede generar por comer rápido y abundante cantidad; por exceso de bebidas gaseosas o alcohólicas; enfermedades gastrointestinales (reflujo gastroesofágico), alteraciones de los electrolitos de la sangre, como falta de calcio, potasio o sodio; insuficiencia renal, que causa exceso de urea en la sangre; inflamaciones respiratorias o abdominales, como bronquitis, esofagitis, pericarditis, colecistitis, hepatitis o enfermedad inflamatória intestinal, entre otras. A pesar de estas posibles causas, todavía no se sabe el motivo exacto de cómo estas alteraciones producen estos espasmos.

Si dura unos pocos minutos, no supone riesgo ni daño alguno para la salud, pero si se prolonga en el tiempo, “hay que consultar al médico, porque podría indicar la existencia de algún tipo de problema o la presencia de alguna enfermedad (suele ir asociado a otros síntomas), como neumonía o problemas cerebrales”. 

Tras plantear una serie de preguntas para determinar la causa, el profesional ordenará exámenes en casos en los que se sospeche que el hipo pueda ser provocado por algún trastorno, “puesto que hay ciertas patologías que tiene el hipo entre sus síntomas. Por ejemplo, un hipo incoercible o refractario puede ser un signo para-tumoral”.

Es “interminable” la lista de remedios caseros que se suelen utilizar para contrarrestar el hipo. Aguantar por unos segundos la respiración; beber agua, ponerse azúcar debajo de la lengua y otros más expeditivos, como dar “un susto”, son todos sin fundamentos, ni rigores científicos, aunque infalibles para algunos.

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