Explican cómo se abordan los casos de violencia en Crespo y del proyecto de APUNF para tener un alojamiento transitorio para víctimas

La presidenta de la “Asociación por una Nueva Familia” de Crespo, Olga Huber y las psicólogas Alejandra Mayer y María Belén Gottig, dialogaron con el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador, sobre cómo atienden los casos de violencia y qué proyectos tienen.

“Si bien hay nuevos casos, lo que se está notando es la reincidencia. Estamos viendo situaciones que las vimos hace 10 años atrás, con la misma gente que de alguna manera, lamentablemente reincidió y que necesita ayuda profesional” explicó Mayer, en tanto que Gottig destacó que “lo que cambió en los últimos tiempos, es que hoy se está más alerta ante estas situaciones. Entonces muchas veces se pide ayuda antes de llegar al extremo de la violencia física. En la asociación se fueron modificando algunas cuestiones en el trabajo que realizamos y se incorporaron otras, como por ejemplo los talleres de mujeresvíctimas de violencia y desde lo grupal, se trabajan con otra dinámica y se van generando lazos afectivos”.

– ¿Cuántos casos se atienden y tienen seguimiento en el año?

– (Gottig) Alrededor de 30 casos denunciados y 25 espontáneos. En esos números nos mantenemos durante el año. Para un abordaje psicológico, uno necesita tener una frecuencia y el tratamiento dura todo el año. Es muy difícil que se le dé el alta a una persona en 3 meses…

– (Mayer) Hay pacientes que empezaron conmigo en 2009 y todavía siguen viniendo, se le da el tiempo que la persona necesite. Una vez que se le dio el alta, si tiene una situación para consultar, puede volver. El espacio siempre está disponible…

– Cada día hay noticias de abusos, muchos intrafamiliares…

– (Gottig) Este año no nos han llegado ese tipo de casos, pero hemos atendido abusos en años anteriores…

– (Huber) Hay muchas leyes de protección para los chicos y una cuestión para destacar es que no hay un tiempo límite, sobre todo en los casos de abuso sexual infantil, para que prescriban las causas. En estos días salió en los medios el caso de una criatura que fue violada hace 25 años atrás y después de todos esos años, se le tomó la denuncia y fue condenada la persona que abusó…

– ¿Atienden consultas por problemas de las adicciones?

– (Mayer) Surgen, pero nosotros no lo abordamos, porque nos especializamos en otra temática. Sí hay cuestiones que trabajamos con los jóvenes, como el buen trato, sin violencia, de cómo mejorar esa situación cuando se sienten incómodos frente a algo, donde hay discriminación, siempre de una manera preventiva…

– ¿Cómo se sostiene económicamente la asociación?

– (Huber) En este momento estamos contando con un subsidio del municipio, que nos ayuda con una parte y otra parte del COPNAF (Consejo Provincial del Niño, Adolescencia y Familia) y el resto es en base a los 120 socios que tenemos. Con ese dinero que nos aportan los socios, que son pocos pero fieles, compramos los materiales… Nos gustaría que sean más. El problema está en que nosotros no podemos visibilizar lo que hacemos. El tema de violencia es un tema que muchas veces no se quiere exponer…

– Después de mucho tiempo, pudieron inaugurar la sede propia en Carbó 835…

– (Huber) Sí. Hoy contamos con 100 metros cubiertos, con 3 consultorios, sala de espera, sanitarios, cocina, que representó un gran adelanto para la Asociación. Nuestro objetivo principal como entidad, es atender todo lo relacionado a violencia y problemática familiar y lo hacemos en forma gratuita. Somos una ONG que arrancó con mucho esfuerzo en 1992 por una situación que ocurrió en Crespo, el abandono de un niño, que terminó falleciendo. Entonces, un grupo de actores de la comunidad, viendo esa necesidad, se unió para dar contención a problemas que había, porque en ese momento, el municipio no tenía aún el área de Desarrollo Social. En ese marco, posteriormente surgió el proyecto para tener nuestra sede, se gestionó un terreno y después de mucho tiempo logramos construirla e inaugurarla. Mientras eso sucedía, ocupamos espacios prestados, como el que usted (Fernando A. Huck) nos prestó durante casi 2 años en el Shopping Center (hoy Hotel Crespo). Después estuvimos en la Parroquia del Rosario, la Sociedad Italiana, en el Hospital, en la Capilla San Miguel…

– ¿Sigue en pie el objetivo de construir el alojamiento transitorio para víctimas de violencia?

– (Huber) Sigue estando en nuestros proyectos. Y así como construimos nuestra sede, queremos tener los departamentos de alojamiento transitorio para los casos de violencia. Son necesarios, porque en caso de una situación de violencia, que una mujer no tiene dónde albergarse, debería contar con un espacio donde pueda estar protegida hasta que pueda intervenir la Justicia. La esperanza de hacerlo la tenemos y agradecemos a la gente que colabora de alguna manera para que todos estos proyectos, se puedan ir concretando…

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