Explican cómo los trastornos en la conducta alimentaria afectan la salud física y emocional

Los trastornos de la conducta alimentaria constituyen un grupo de enfermedades biopsicosociales graves, con un alto riesgo de mortalidad. Se presentan como comportamientos alimentarios anormales, acompañados por una distorsión en la percepción de la imagen corporal y una preocupación excesiva por el peso y la comida, que afectan y deterioran significativamente la salud física, mental y el funcionamiento psicosocial de quienes lo padecen. Según se comunicó desde la “Sociedad Argentina de Pediatría”, distintas encuestas realizadas en establecimientos educativos del país arrojaron una prevalencia de bulimia nerviosa y/o anorexia nerviosa en casi 1 de cada 3 jóvenes, cifras que tuvieron un crecimiento exponencial durante la pandemia. Al respecto, Marina González, Paz Magnanini y Regina Carbajal, docentes de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, explicaron que “los tratamientos en los pacientes con TCA deben ser individualizados, realistas y adaptados al contexto y situación clínica de cada uno. Deben ser abordados de manera interdisciplinaria, con la integración de médicos clínicos, psiquiatras, psicólogos, nutricionistas y acompañantes terapéuticos. A nivel psicológico, se busca generar un espacio de escucha y contención que permita trabajar en la gestión emocional, sobre la autoestima, la imagen corporal y la aceptación del propio cuerpo. Hay que enfocarse también en modificar contenidos de pensamientos distorsionados respecto al ‘ideal’ de la hiperdelgadez. Toda esta tarea debe realizarse en conjunto con las familias, brindándoles información sobre los TCA para que puedan acompañar al paciente comprendiendo su malestar y en muchos casos, modificando hábitos y creencias. Desde lo nutricional se debe restaurar o normalizar el peso, proporcionando educación sobre patrones alimentarios saludables y promover la realización de ejercicio físico…”.

– ¿Cuál es la primera señal y cuándo se debe hacer una consulta…?

– Existen algunas señales a tener en cuenta a la hora de hacer una consulta, como los cambios de conducta respecto a la comida, como las restricciones en cuanto al tipo de alimentación o cambios en la conducta generales con relación a la mismo, como por ejemplo, dejar de ir a eventos para no comer. La obsesión o ideas respecto a la imagen corporal, subas o bajas de peso repentinas, amenorrea en las mujeres (falta de menstruación), entre otras señales…

– ¿Se puede prevenir un TCA?

– Una medida preventiva importante, es evitar hablar del cuerpo del otro, no criticar. Ayudar a los adolescentes a vivir con más naturalidad las características corporales propias o de otros. A nivel familiar, conviene ampliar la diversidad de comidas y fomentar el ejercicio como distracción y no centrado en la baja de peso. A nivel emocional, hablar de lo que angustia, preocupa y entristece. Detrás de los TCA, hay sufrimiento; detrás del síntoma alimenticio, hay un malestar emocional, un dolor que requiere ser sanado desde lo psicológico además de lo médico. Poner en palabras el malestar ordena, alivia, previene. Y, por supuesto, ante cualquier duda, se debe realizar una consulta con un profesional de la salud…

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.