Explican cómo darse cuenta que uno está sufriendo un ACV

El 29 de octubre de cada año se conmemora el “Día Mundial de la lucha contra el Accidente Cerebro-vascular”, considerada la “Epidemia del Siglo 21”, siendo la primera causa de discapacidad y la segunda de fallecimiento en nuestro país. En Argentina, se producen 126.000 casos por año, de los cuales 18.000 terminan en muerte.

El médico cardiólogo, Dr. Joaquín Serra, en diálogo con los medios del “Centro Periodístico de Entre Ríos”, brindó más detalles de esta afección y explicó: “En todo lo que es la parte física, siempre la genética, alguna influencia tiene, pero una parte muy importante, son las conductas que cada uno sigue. Si uno tiene antecedentes familiares de presión alta, puede ser que la tenga también, pero no necesariamente sucederá de ese modo, si uno lleva una vida ordenada, si se mantiene con buen peso, hace actividad física, con lo cual es probable que no desarrolle hipertensión. Y lo contrario, si uno tiene una genética excelente y no hay nadie en la familia con esos antecedentes, pero uno no se cuida, está obeso, es sedentario, está estresado, fuma y demás, las chances de tener hipertensión serán altas y va sumando posibilidades de un ACV”.   

– ¿El paciente se puede dar cuenta que está por sufrir un ACV?

– Sí, el síntoma más extremo es la pérdida total de la fuerza de una mitad del cuerpo, sea la derecha o izquierda, pero hay veces que la parálisis no es total, por lo que la gente puede no darse cuenta, cuando está sufriendo un ACV. Un test fácil de hacer es que, con los ojos cerrados, alguien nos haga levantar las 2 manos estiradas a la altura de los hombros. La que tiene menos fuerza, tendrá una tendencia a caerse, lo que es un signo. Otra característica es la pérdida de la sensibilidad, con hormigueos en una parte del cuerpo; también se puede tener alteraciones visuales o no poder hilvanar una frase o la misma sale entre-cortada o es inentendible. Ante esas situaciones, hay que actuar rápidamente. Hoy, con la tecnología que se cuenta, se puede intentar destapar la arteria. Hay un período que es crucial, que son la 3 a 6 primeras horas…

– ¿Las personas de qué edades, son las más propensas a sufrir un ACV?

– Antes, era mayoritariamente gente añosa, que por supuesto siguen siendo los que más prevalencias tienen de ACV. Lo que hay tener bien claro es que una persona de 77 ó 78 años, si fue una persona muy cuidada en su vida, va a tener las arterias jóvenes y no corre riesgos de tenerla tapadas y que se produzca un ACV y en contraposición a eso, uno puede ser cronológicamente joven, tener 36/37 años, pero con las arterias castigadas, por no tener lo cuidados necesarios. Tener un ACV no es mala suerte, sino que se dio porque no cuidamos las arterias, por el hábito de fumar, ser obeso, sedentario, tener la presión alta, la diabetes, colesterol… El accidente cerebro vascular más común es el que se tapa la arteria con un coagulito, como si fuese una bolita y la otra posibilidad es por un aneurisma, que puede ser genético, pero otras veces, la presión alta va ejerciendo sobre la pared de la arteria, que empieza a dilatarse y se puede reventar. Ahí se produce lo que llamamos “hemorragia cerebral”, que se ve mucho en los hipertensos… 

– ¿Hay mucha incidencia en la carga diaria, el stress, la mala alimentación…?

– Sí… Cuando uno está estresado, cuando trabaja muchas horas y descansa poco, es poco probable que tenga tiempo para hacer actividad física y cuidarse o que tenga tiempo para una alimentación saludable, entonces recurrimos a la “comida chatarra”. Todo eso va generando, sobrepeso, colesterol, más presión…