Explican cómo a través de la mediación se resuelven cientos de conflictos sin llegar al juicio en Entre Ríos

Visitaron esta semana el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, 3 de las abogadas de la oficina de Mediación Penal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, Ana Laura Díaz Minuet, María Cichero y Valeria Fornara, quienes desde septiembre de 2014 integran esta repartición que está ubicada en el primer piso de los Tribunales, en Laprida 251 de Paraná, teléfono 0343-4206100 (interno 355). En diálogo con el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador y conductor del programa “Grandes Reportajes”, que se emite los martes y jueves, a partir de las 21.30 por Canal 6 ERTV, contaron detalles de la tarea que vienen realizando en toda la provincia, informaron que atienden entre 80 y 130 casos mensuales, muchos de los cuales con resultados positivos. Las entrevistadas, en una nota de una hora, que completa se puede ver en YouTube: “Fernando Huck-Reportajes-Mediadoras del STJ”, explicaron que “la mediación es una forma pacífica y voluntaria de resolver conflictos, donde son los propios involucrados, con nuestra ayuda, los que arriban al acuerdo. Nosotros vendríamos a ser un puente, para que a través de un diálogo, se intente solucionar la situación. Por ejemplo, actuamos en situaciones de amenazas, daños, estafas, impedimentos de contactos, hurtos, robos, lesiones en accidentes de tránsito donde se inicia de oficio… Nosotros empezamos a intervenir cuando se produce la lesión, porque se genera una irresponsabilidad de la persona que lesiona a otra y tiene que hacerse cargo por lo que cometió. Es un proceso voluntario, gratuito, confidencial y neutral. Hemos tenido casos que en corto tiempo, se resuelve el conflicto y otros que llevan más tiempo…”. Lo siguiente es un resumen de lo hablado:

– Generalmente se dan muchas situaciones de conflictos entre vecinos, ¿también participan en esos casos como mediadoras?

– (Díaz) Sí, pero en el caso que haya alguna amenaza o lesión. Siempre tiene que estar una denuncia o considerarse que podría prosperar como un delito, donde ahí sí intervenimos. A las partes les damos herramientas para que puedan charlar y restablecer esa comunicación y lograr un acuerdo que no han podido lograr entre ellos…

– ¿Cuántos casos atienden por mes?

– (Fornara) Entre 80 y 130 por mes. En total somos 21 mediadores, para todas las cabeceras departamentales y en otras ciudades también. Estamos intentando que la gente tenga mayor acceso a la Justicia…

– (Cichero) Llevamos 3.500 legajos desde el 22 de septiembre de 2014. Hemos ido difundiendo en toda la provincia, el Instituto de la Mediación, que no era conocido y salimos a capacitar, brindamos charlas y las vamos a seguir haciendo, en barrios, en escuelas, en el Colegio de Abogados… Salimos periódicamente al interior, generalmente los lunes o viernes, siempre atendiendo en los Juzgados. En Crespo, la Dra. Silvia Rochas nos ha recibido muy bien, pero este año también hemos ido a Pueblo Brugo, Hernandarias, Hasenkamp, María Grande, Cerrito… Siempre hay casos, porque hay gente que está en estado de vulnerabilidad o se le dificulta llegar a Paraná por una cuestión de trabajo, pedir permiso o viven en zonas rurales o no tienen plata para acercarse hasta Paraná, entonces ofrecemos este servicio y la gente está muy contenta y satisfecha…

– ¿Cómo son los pasos a seguir, una vez que reciben el caso?

– (Fornara) Cuando nos llega el legajo, inmediatamente enviamos un mail, llamamos por teléfono, citando a las partes. En la mediación penal, trabajamos con entrevistas individuales, les explicamos en qué consiste el procedimiento y si quiere participar, porque al no ser obligatorio, se le consulta si está de acuerdo o no, porque es voluntaria la participación.

– No deben ser nada fácil esas mediaciones, donde se encuentran 2 partes que generalmente están muy ofuscadas unas con otras… 

– (Cichero) Hay que prepararlos para ese encuentro, lo que lleva mucho tiempo. Se dan entrevistas previas, porque esas personas vienen muy “cargadas”, igualmente a la reunión conjunta llegan con miedo, se sientan en una punta y en la otra, no se miran. Con nuestras técnicas, las partes se van encontrando y terminan muchas veces mirándose, diciéndole al otro lo que sintió con lo que le hizo y muchas veces se van caminando juntos por el pasillo. Hasta nosotras mismas nos sorprendemos de los resultados y terminan pidiéndose perdón. Son cosas que se van logrando con la mediación…

– ¿En las mediaciones se ven agresiones, insultos…?

– (Cichero) Sí… Una vez tuve que levantar la mediación. A las mismas las hacemos por la tarde y generalmente tenemos la guardia policial a la cual solicitamos ayuda por cualquier circunstancia que pueda ocurrir…

– (Fornara) Tengo 2 casos que me marcaron en esta actividad: un conflicto barrial, que se originó por la venta de una pala de solo $40, de una familia a otra. Esa venta desencadenó una pelea entre las dos familias, con amenazas, daño en autos, abuso de armas, porque se empezaron a disparar. Hicimos un trabajo con la ayuda de la comisaría de la zona, recorrimos los lugares donde vivían y empezamos con los acuerdos, porque ya era un enfrentamiento. Nos llegaron 15 legajos de las denuncias que hubo y todo terminó muy bien, las dos partes retornaron a la buena convivencia que tenían. Ese caso nos llevó casi un año. También tuvimos uno de usurpación: empezamos con entrevistas individuales de mediación, el titular de la casa le dio un plazo para que puedan salir de la misma y los ayudó, porque la persona que vivía en la casa se estaba quedando ciega, así que la propia dueña les ayudó en los trámites para lograr el certificado de discapacidad. Casos fuertes han sido varios, incluso profesionales que se han compenetrado tanto en los conflictos que se han amenazado entre ellos, me han amenazado, me han roto hojas…

– (Díaz) Hubo un caso de una nena, que a raíz de un inconveniente que había tenido con una compañera, dejó de ir a la escuela durante 4 meses. Hubo lesiones… La idea de la mediación juvenil es pedagógica y tuvimos que trabajar con los padres y los menores y logramos que se resuelva el conflicto. Costó mucho, pero finalmente la chica se reincorporó a la escuela y pudo continuar con el dictado de clases. A veces un conflicto que parece “sonso” afecta, porque si esa chica dejaba la escuela, a lo mejor no retomaba los estudios. Con los jóvenes es importante trabajar, porque uno siembra una semilla para que mejore su vida…

– (Cichero) Siempre les decimos a las partes involucradas que en un juicio, van a estar en la vereda de enfrente, sin poder escucharse, con sus abogados, pero enfrentados. Es una guerra presentando pruebas, acá es distinto, se busca una mediación. Tuve un caso en 2014, de un conflicto entre hermanos. Este año los llamé para ver si habían solucionado realmente el inconveniente y estaban muy contentos, porque nunca más habían tenido un problema similar. Eran personas mayores de 70 años que venían trabajando desde niños como empresa familiar y se pelearon por una cuestión doméstica, en cuanto a las tareas del trabajo agrícola, donde uno acuchilló al otro. Hubiesen terminado presos o con una pena, si no hubiera sido por la mediación, que fue con las esposas presentes…

– ¿Atienden casos de violencia de género…?

– (Cichero) La violencia de género no se media, no se puede revictimizar a la mujer. Hay un protocolo a seguir y no ingresa a la Oficina de Mediación Penal. Cuando se le da trámite o carácter de denuncia de violencia de género se la orienta por otro camino…

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