Este viernes, los avicultores celebran su día

El “Día de la Avicultura” se celebra el 2 de julio de cada año en Argentina, luego que fuera establecida, en 1963, por el presidente de entonces, Dr. José Guido, para destacar la importancia de esta actividad productiva en la economía del país. Más de medio siglo después, la avicultura fue creciendo de manera exponencial, tanto que transforma millones de toneladas de cereales en proteína animal de primer nivel y de la que dependen miles de personas de manera directa, pero además, tiene estrecha relación con otros sectores, como la construcción, la logística, la industria papelera y del plástico, metalúrgica y farmacéutica, lo que remarca su importancia en la economía nacional.

446 HUEVOS POR SEGUNDO

Según estadísticas proporcionadas a El Observador desde la “Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA)”, que preside Javier Prida, el sector posee casi 47.000.000 de gallinas ponedoras en postura en el país. En 2020, la producción nacional de huevos alcanzó los 13.862.238.348, es decir, 446 unidades por segundo. En tanto, el consumo per cápita por año, fue de 301. “Esos números, nos permiten estar en el ‘Top 5’ de consumo global” afirmó el dirigente.

MÁS DE 22.000 EMPLEOS

Con más de 22.000 empleos directos generados en el sector privado, la cadena de valor avícola entrerriana es una de las principales actividades económicas y sociales de la provincia. La expansión de granjeros e industriales, se multiplica en todo el territorio entrerriano, siendo Crespo y Concepción del Uruguay, las principales zonas productivas.

Existen más de 6.500 galpones de crianza de pollos parrilleros, esto significa el 54% de las granjas del país, desde donde sale más del 60% de las exportaciones de carne aviar. La zona avícola de carne tradicional incluye a los departamentos Uruguay, Colón, Gualeguaychú y Villaguay, donde se concentran el 80% de las granjas. En tanto, los departamentos de Paraná, Diamante, Colón y Nogoyá abarcan la avicultura de postura de huevos.

El mercado nacional absorbe una gran parte de la producción, pero también hay una fuerte apuesta a la exportación, con mercados abiertos en Japón, Costa Rica, Chile, Austria, Cuba, Rusia, Colombia, entre otros países.