Entrerrianos contaron en “Grandes Reportajes” cómo se festejan las “Oktoberfest” en Brasil

En Argentina se sigue festejando la “Oktoberfest” en la “Fiesta Nacional de la Cerveza” en Villa General Belgrano (Córdoba). Asimismo, entre 1996 y 2001 se realizaron en Crespo con mucho éxito, 6 ediciones de “Oktoberfest, Fiesta Nacional de la Colectividad Alemana”, junto a la Expo Entre Ríos del Mercosur, a las que venían delegaciones brasileñas todos los años y viceversa. Al no poder seguirse haciendo las locales, los grupos entrerrianos de diferentes localidades entrerrianas, siguieron viajando para disfrutar de algunos días de las 2 multitudinarias “Oktoberfest” que se celebran en Brasil. El Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador y conductor del programa “Grandes Reportajes” de Canal 6 ERTV, entrevistó esta semana a una de esas delegaciones, en este caso las de Crespo, María Luisa, Paraná, Aldea Brasilera, Camps y Ramírez, que estuvo en Brasil para participar de una nueva edición de la Oktoberfest de Santa Cruz do Sul. Los entrerrianos viajaron el jueves 12 y regresaron el lunes 16 de este mes, bajo la coordinación de José Gareis, quien junto a María Lidia Heffele (Ramírez), Sergio Schechtel (oriundo de Paraná) y Jésica Roth (periodista de Crespo), contaron las experiencias vividas en el vecino país.

Gareis explicó que “la de Santa Cruz do Sul, es considerada la tercera Oktoberfest más importante del mundo, después de la de Munich y de la Blumenau, en las que también tuve la posibilidad de estar. Ésta es la ‘Oktoberfest de la familia’. Tiene un comité organizador integrado por instituciones locales, ya sea de academias de baile, asociaciones germanas y que cuenta con el apoyo del Estado, comercios, empresas tabacaleras y prefectura. Los gobiernos pasan y la fiesta sigue creciendo. Tienen un formato que convoca a unas 400.000 personas en los 10 días y con noches que superan los 40.000 asistentes” remarcó.

– ¿Qué es lo que más les impactó de la fiesta?

– (J. Roth) Es la primera vez que voy y ya me anoté para la próxima. Es un viaje maravilloso, totalmente familiar. Uno dice “voy a ir una vez a probar” y regresa con la idea de volver el próximo año. Me gustó la unidad que hubo de los que viajamos, la predisposición que todos tuvieron, sabiendo que nos íbamos a divertir sanamente y la predisposición y atención de José Gareis y su familia. Y de la Oktoberfest me impactó ver tanta juventud participando, que es algo para destacar. También la belleza de la ciudad donde se hace, el orden, ellos están mentalizados que es su fiesta y reciben a los visitantes de una manera sumamente especial.

– (Gareis) Santa Cruz do Sul es una ciudad de 118.000 habitantes, todo ordenada, prolija. Allí no se ve un mendigo en la calle. Cuando la conocimos, hace 20 años, decíamos “estos están más atrasados que nosotros”, tenían las luces de mercurio con los sistemas de tubos fluorescentes, autos antiguos. A los 5 años que fuimos, estábamos empatados y hoy estamos nosotros bastante lejos de ellos. Tienen políticas de estado que se van cumpliendo…

– (Schechtel) El respeto que hay hacia la gente es impresionante, en especial del menor al mayor. Es lo principal y que es un valor que acá lo estamos perdiendo. Los chicos son muy respetuosos. La fiesta en sí, es excelente. También destaco la atención que tuvimos en el hotel. Por mi trabajo hago viajes, voy a distintos hoteles y jamás se ve a los dueños. Allí estaban con nosotros, bailaban con nosotros, nos sacaban a pasear y se subían al micro acompañándonos…

– (Gareis) También se destaca esta ciudad por la seguridad. Tienen cámaras y sistema de monitoreo. Trabajaron mucho en ese sentido… A la persona que le falta el respeto a alguien, lo sacan inmediatamente. No se bromea con eso. En un salón que está repleto de público. Si una dama deja la cartera, nadie se la toca…

– (Roth) También me llamó la atención la predisposición de las bandas musicales a tocar. Comenzaban a las 20.00 y estaban hasta 4 horas en el escenario. Dentro del predio, que son 14 has., hay distintos palcos, con distintos tipos de música… Uno terminaba agotado, porque era disfrutar todo el tiempo. Ya a las 7.00 uno se levanta, porque llegaba la banda al hotel para despertar a la gente con música alemana y se armaba un baile en el hall o nos íbamos a la pileta a bailar…

– ¿En qué se diferencia a las fiestas alemanas en Argentina, en cuanto al aspecto gastronómico?

– (Heffele) En cuanto a la comida, no hay mucha diferencia. Consumen chucrut, salchicha, puré de papás, carré de cerdo, ensaladas frescas, todo con muy buena presentación. Pero se come muchas frutas, como ananá, bananas, sandía, kiwi…

– ¿Falta que se inculque más en Argentina la hospitalidad y lo que son el amor a las tradiciones, como la vestimenta, las comidas, la música, el respeto a las tradiciones religiosas, etc., que sí se lograron imponer con éxito en Brasil?

– (Heffele) Mi abuelo vino de Rusia y uno lleva eso en la sangre. Las cosas de antes, las vajillas que ellos usaban todavía las tengo, porque son una reliquia. Allá vimos chicos y grandes en los desfiles vestidos de alemanes y lo hacen sin ninguna vergüenza y disfrutan de la música y del baile. Acá son muy pocos los jóvenes que se ponen un traje alemán, por ejemplo…

– (Gareis) Hay familias que, además de los que viajan en colectivo, van en auto y que lo hacen todos los años. Siempre lo realizamos el fin de semana largo de octubre. Es un viaje que de Crespo salimos a las 18.15, llegamos a la aduana antes de la medianoche y a las 11.00 del otro día estamos en Santa Cruz Do Sul. Son varias horas que no se sienten, porque hacemos las paradas que sean necesarias y en el colectivo llevamos 2 acordeonistas. Hay bailes, mucho humor, respetando lógicamente el momento de descanso…

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