Entre Ríos trabaja para disminuir los factores de riesgo de la hipertensión

La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que se puede prevenir. El gobierno provincial, a través de efectores sanitarios y equipos de trabajo del Ministerio de Salud, pone a disposición de la población entrerriana controles médicos periódicos para la detección temprana y la incorporación de hábitos saludables.

En el día mundial de la hipertensión Arterial, la cartera sanitaria provincial recuerda la importancia de la prevención para evitar enfermedades como el aumento de la presión arterial en forma crónica.

Hoy, durante la mañana, el Departamento Educación para la Salud y el Programa Agentes Sanitarios dependientes de la Dirección General del Primer Nivel de Atención, realizó controles de presión arterial frente al edificio del Ministerio de Salud y en las distintas oficinas.

Con el objetivo de formar conciencia sobre esta enfermedad altamente perjudicial para la salud, desde la Dirección de Atención Médica de la provincia se convocó a los hospitales a realizar actividades destinadas a la difusión y promoción de la salud, así como la toma de presión arterial en espacios públicos para elaborar una estadística de pesquisa al azar en esta materia.

 

Hablemos de presión alta

La hipertensión arterial es una enfermedad crónica no transmisible prevenible que depende de la conducta y de los hábitos personales. Es frecuente en personas acostumbradas a comer con exceso de sal, sedentarias, con sobrepeso o diabetes.

El director del hospital San Miguel de Bovril, Iván Acevedo, explicó que “la hipertensión es uno de los principales factores de riesgo de la primera causa de muerte a nivel mundial: la enfermedad cardiovascular”.

El cardiólogo indicó también que “la hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa y no causa dolor de cabeza, sangrado de nariz, zumbido en los oídos sino que cuando los síntomas se manifiestan, la enfermedad ha complicado todo el organismo ocasionando enfermedad coronaria con infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular, edema de pulmón e insuficiencia renal”.

En este contexto, el profesional recomendó: “Disminuir el consumo de sal a un máximo de entre 5 a 6 gramos por día, hacer actividad física aeróbica en forma regular y no menos de 45 a 60 minutos diarios, tomar al menos tres litros de agua por día, controlarse la presión arterial periódicamente para la detección precoz de la enfermedad, no tener sobrepeso, estar en un índice de masa corporal (relación entre peso y altura) entre los 24-25 y mantener el colesterol en un valor normal”.

La hipertensión arterial es más frecuente en hombres de más de 55 años y en mujeres de más de 60, pero se puede dar a cualquier edad, incluso en niños. Por esto hay que controlarse para detectar la enfermedad. “El control de la presión arterial se puede realizar en un centro de salud u hospital de manera periódica. Esta patología tiene un muy buen pronóstico si se cumple con la dieta, la medicación, y la actividad física”, resumió.

 

Menos sal, más vida

Desde los equipos de salud el objetivo principal de tratar la hipertensión consiste en reducir la morbimortalidad total y la mortalidad cardiovascular que incluye los eventos cardiovasculares, cerebrovasculares y renales. En este sentido, la recomendación es alcanzar y mantener un peso adecuado, realizar actividad física, limitar el consumo de alcohol, reducir el uso de la sal y alimentos con alto contenido de sodio. También, limitar el consumo de fiambres, embutidos y otros alimentos procesados como caldos, sopas y conservas y aumentar el consumo de frutas y verduras.

Los argentinos consumimos entre 10 y 12 gramos de sal diario siendo 5 gramos lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Según las proyecciones sanitarias nacionales, disminuir 1 gramo de cloruro de sodio en la dieta diaria a nivel poblacional evitaría alrededor de 2.000 muertes y 20.000 eventos cardiovasculares anuales.

La coordinadora de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, Soledad Garcilazo, explicó que a propuesta de las carteras sanitarias nacional y provincial trabajan la iniciativa “Menos sal más vida”, una de las estrategias poblacionales para reducir la importante carga sanitaria que representan las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y renales.

En este sentido, el Ministerio de Salud trabaja en la concientización a la población sobre la necesidad de disminuir la incorporación de sal en las comidas; la reducción progresiva del contenido de sodio de los alimentos procesados mediante acuerdos con la industria de alimentos y la reducción del contenido de sal en la elaboración del pan artesanal.

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