Entre Ríos desarrolla una actividad vitivinícola en crecimiento constante

La actividad vitivinícola había desaparecido de Entre Ríos a raíz de una ley que prohibió el cultivo y la elaboración de vinos en 1930. La misma fue derogada en la década del ’90 y en la actualidad la vitivinicultura viene reinstalándose con un crecimiento constante.

Su desarrollo tiene un gran futuro en nuestra provincia, basado en la capacidad institucional instalada, el valor que da el consumidor a un producto como el vino, la complementariedad que tiene con el turismo rural y principalmente el compromiso y entusiasmo que muestran los productores.

Noelia Zapata, Presidenta de la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos, en diálogo con Canal 6 ERTV expresó que “como toda producción relacionada a cielo abierto, la actividad vitivinícola ha sido afectada por la sequía y el rinde ha bajado un 30 a 40%, pero la calidad del vino ha sido buena. Días atrás hicimos la última cosecha, la cual se realiza por cepas y por calidad, es decir que a medida que va madurando, se van cosechando hileras y se traen desde Colonia Ensayo hasta Crespo. Aquí mi hijo dice que ‘comienza la magia’, porque se transforma ese fruto en el vino que uno quiere” . Añadió que “ahora estamos con fermentación de algunos vinos y después que se termina ese vino, hay que ir cambiándolo de tanques y purificarlo por decantación. Así pasan tres o cuatro meses y se les agrega unos chips de roble americano y francés; están unos tres meses con esos chips y luego, si es de reserva, hay que guardarlo en los toneles y si uno quiere envasarlos, puede hacerlo en octubre o noviembre”.

Zapata también explicó que “la gente siempre pide Malbec, pero Argentina produce muchas cepas de vino. En nuestra zona y con satisfacción podemos decir que el Tannat va a dar que hablar, porque tiene mucha tinta, muchos aromas y al final tiene un dulzor especial. El que se produce en Salta es fuerte, más seco y astringente, pero el de nuestra zona es diferente”.